Arranco mi mano de poker. Doble par de reyes y nueves. Nada mal, aunque no es suficiente para ganar la ronda. Decido barajar y dar nuevamente. Esta vez tengo cuatro de ases, y puedo agregarle uno más. Ahora son cinco, y sumándole una carta de tarot y mi tarjeta de crédito, creo que es suficiente para quedarme con la victoria. ¿Tengo que hacer trampa para ganar? Si, y se siente increíblemente bien.

Cuando descubrí Balatro quedé totalmente hipnotizado, y eso se debe a que combinaba mundos que me apasionan y divierten en igual medida: los roguelikes, los juegos de cartas y, especialmente, el poker. LocalThunk (único desarrollador del juego) de la mano de la editora Playstack había creado algo que no tenía idea de que necesitaba en mi vida, y mi intuición no me falló en esta: Balatro es un juegazo de punta a punta, uno que será difícil de sacarme de las manos por un buen tiempo.

Con combinaciones verdaderamente absurdas y comodines de lo más bizarros, nos abrimos paso en una entrega de lo más atípica y adictiva, una que sin lugar a duda va a dejar su huella en este 2024. No esperen algo de historia o una sutil narrativa que acompañe al gameplay. En Balatro no hay nada de eso, vamos a jugar a las cartas y ya, sin vueltas. En nuestra primera partida vamos a estar acompañados por Jimbo, un joker parlanchín que nos irá explicando las mecánicas del juego y las bases del poker en un vistazo general para los que no sepan nada sobre el clásico de los casinos.

La estructura es la siguiente: no vamos a competir contra nadie, sino que tendremos una puntuación a la cual tendremos que llegar en determinada cantidad de manos jugadas. Dicho puntaje se medirá en fichas, que iremos consiguiendo a medida que presentemos distintas combinaciones de cartas que vamos robando de nuestra baraja. Cada mano tiene un valor y multiplicador inicial. Por ejemplo, un par nos dará 10 chips multiplicados por 2, una escalera 30 chips por 4, un full 40 chips por 4, etc.

Acá es donde arranca la magia. Normalmente pensaríamos jugar una grandiosa escalera antes que un mísero par, sobre todo en los primeros niveles del juego. Pero en Balatro no es tan así. Además de la baraja común que ya conocemos todos, podremos utilizar métodos no convencionales para conseguir una mejor puntuación con manos que en un principio no son tan fuertes. Uno de estos son las Cartas Planetarias, las cuales subirán el nivel de una de las manos que podamos hacer.

Por ejemplo, un par en nivel 1 solo nos dará 10 chips x2, pero si la subimos a nivel 2 nos dará 20 chips x3. Cada nivel mejorará los chips base por mano y el “Mult”, la stat que define el multiplicador. También tenemos las cartas de Tarot, que convertirán cartas de nuestra baraja en algo más especial. Cambiarles el palo, hacerlas piedra para darnos más chips cuando sean jugadas o de cristal para mejorar el Mult a cambio de un riesgo a que la perdamos para siempre. Hay una muy amplia variedad de efectos y cada uno se siente único e irrepetible.

Pero todavía falta hablar de las estrellas del juego: los comodines o Jokers. En un principio tendremos espacio para cinco de estos, los cuales tendrán efectos variados dependiendo las cartas que juguemos, siendo de increíble ayuda o causando un caos absoluto en nuestra partida. Estos irán desde lo más simples como un bonus de chips, mejoras en el Mult, crear cartas especiales para nuestro mazo, pero también bizarreadas como una banana que dará x15 de Mult pero tiene chances de romper todas las rondas, o una tarjeta de crédito que nos permite tener saldo negativo en la tienda del juego.

Imaginate que arrancas con una Carta Alta, que solo da 5 chips. No vas a llegar muy lejos solo con eso. Pero mejorando su multiplicador, eliminando cartas de bajo denominador del mazo y con un Joker que te da una gran bonificación por jugar una mano de una sola carta… ¡BOOM! Hablamos de miles de chips con una sola jugada que normalmente sería de lo peor. O quizás hacer trampa con un comodín que te permita conformar una Escalera o Color con solo cuatro cartas, y agregarle otro que multiplique su valor al jugar ese número exacto de naipes. Con un total de 150 tarjetas de este estilo, las posibilidades son realmente infinitas y cada combo que armemos se siente único, satisfactorio e increíblemente divertido.

Las partidas están compuestas por fases llamadas “Ante” que a su vez se conforman de “Blinds” y “Boss Blinds”. El objetivo es siempre el mismo como mencioné anteriormente: conseguir un determinado número de chips. Pero la cosa cambia con los Boss Blinds, donde además nos encontramos con un desafío extra en forma de mecánica extremadamente molesta. Estas pueden ser que las cartas de cierto palo no sumen chips, limitarnos a jugar un solo tipo de mano o hasta tener que jugar con ciertos naipes dados vuelta. Lo bueno es que podemos ver con anterioridad qué tipo de jefe nos tocará en cada Ante, sumamente útil para planear nuestra estrategia con anterioridad.

Y para prepararnos tenemos la tienda, la cual visitaremos cada vez que terminemos un Blind (o nivel, recordemos). Acá podemos gastar todo el dinero que recaudamos para comprar excéntricos comodines, packs de refuerzo para ir mejorando nuestra baraja o unos vouchers (uno por Ante) que nos darán ciertos beneficios durante toda la partida, desde una jugada más por ronda, un espacio extra para Jokers o reducir el costo del reroll en la misma tienda. La clave está en balancear exitosamente nuestras compras. Quizás el voucher nos sea de gran ayuda para el resto de la aventura, pero no descuidemos nuestro mazo ya que la cantidad de fichas por nivel va aumentando exponencialmente y podríamos perder por el más mínimo descuido.

Como si fuera poco, el valor de rejugabilidad es particularmente alto. Cualquiera dirá que es algo de esperarse en un roguelike, pero últimamente han habido casos que son la excepción a la tan sagrada regla en este género. A medida que ganemos partidas vamos a ir desbloqueando distintas barajas con diferentes mecánicas que seleccionaremos antes de comenzar nuestra sesión, algunas más desafiantes que otras a la hora de dominarlas. Sumado a los seis niveles dificultad y los distintos desafíos con reglas preestablecidas, la rejugabilidad de Balatro se extiende fácilmente por horas y horas.

Y ni hablar de lo hermoso que se ve, con ese filtro de monitor CRT de los años ochenta y los elegantes recursos visuales que cautivan al instante a cualquiera que lo vea. El diseño de los naipes es fenomenal, particularmente el de los Jokers, representando de forma cómica pero sutil las habilidades de cada uno de ellos. Los naipes especiales y booster packs no se quedan atrás, con efectos metálicos y holográficos reminiscentes a cualquier juego de cartas coleccionable que podamos encontrar de forma física. La atención al detalle es algo que me puede, y acá se nota a simple vista.

Por otro lado, el apartado de audio no destaca tanto como el anterior. La música se vuelve rápidamente repetitiva y ya a la segunda partida tenía mi playlist de YouTube de fondo. Lo cierto es que esto suele pasar mucho con juegos de este estilo, donde el OST no suele tener un lugar protagónico y suele estar ahí porque, simplemente, algún tema de fondo tiene que haber. Balatro no es la excepción a la regla en ese sentido.

Pude disfrutarlo a 120 fps estables y sin bajones de ningún tipo. No es que requiera mucho gráficamente tampoco, pero la buena optimización siempre es para destacar sea el juego que sea. No hay mucha variedad en las opciones generales, pero algunas de las que están son para destacar. Tenemos la posibilidad de acelerar el ritmo del juego a velocidad x2 y x4, útil si no queres comerte todas las animaciones que ya viste mil veces y así tener una partida más acelerada. También podemos regular el temblor de pantalla, algo que personalmente siempre valoro mucho por sufrir un leve motion sickness.

En fin, LocalThunk tomó una baraja de poker y decidió darle una vuelta de tuerca para crear algo novedoso, original y adictivo. Un juego que fácilmente logra consagrarse en el podio de los deck-buildings junto a gigantes como Inscryption o Slay the Spire. Balatro es de esas entregas que no se ven regularmente, las que te hacen dar cuenta que todavía pueden haber ideas auténticas e innovadoras en un mercado donde parece estar todo inventado.

Una partida lleva a otra, y a otra, y a otra. Esas ansias por desbloquear más comodines y encontrar nuevas maneras de juntar montañas de fichas con las jugadas más bizarras posibles no se irán fácilmente. Sencillamente de lo mejor que probé en este 2024, y con este punto final ya voy abriendo Steam para seguir haciendo trampa de la forma más descarada posible.

Este análisis de Balatro fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Playstack/LocalThunk.

Balatro - Review
Gameplay95%
Gráficos90%
Música y Sonidos70%
Precio100%
Optimización95%
Lo bueno:
  • Gameplay adictivo hasta la médula, con alto nivel de rejugabilidad.
  • Infinitas combinaciones de cartas que derivan en un sinfín de estrategias por descubrir.
  • Apartado visual fenomenal.
Lo malo:
  • Podría tener uno o dos temas musicales más.
  • Algunas mínimas cuestiones de optimización, con botones que tardan en reaccionar.
90%Nota Final
Puntuación de los lectores: (2 Voto)
93%

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