Como sucede con todas las franquicias deportivas anuales, cada nueva temporada esperamos la nueva entrega con ganas de ver cuáles son las características que van a estrenar en el próximo título de la serie, y en el caso de Formula 1, cada vez se hace más difícil encontrar innovación en los títulos que salieron luego de F1 2017, cuyo estándar quedó bastante elevado. Durante el último par de años, las novedades quedaron relegadas a las propuestas de cambios en los modelos de autos (particularmente la motorización turbo V6), el infame ”halo”, la incorporación de vehículos clásicos, y finalmente, el excelente modelo de campaña que por fin incorpora a la Formula 2 como parte de su progresión y narrativa. Lamentablemente este año, la correspondiente entrega de la serie tendrá un contexto por demás especial, como el de no haber un campeonato de la vida real por la continuidad de la pandemia del COVID19, justo cuando se incorporarían interesantes circuitos a la temporada y existía una especie de esperanza de que se vean afectados los tradicionales primeros puestos de la competencia, con el resurgir de Max Verstappen gracias a su experiencia, la revelación sorpresa de Charles Leclerc peleando por el liderazgo de Ferrari, y el reciente estrellato de Lando Norris en el mundo del streaming. De todos modos, la ausencia de un calendario definitivo para 2020 no ha impedido que Codemasters cumpla con su responsabilidad anual con una nueva entrega de la serie que nos han permitido probar con anticipación, la cual cuenta con un puñado de circuitos -entre los que se encuentran algunos inéditos-, los nuevos modelos de coches, y una muestra de la prometedora modalidad split-screen que nos permitirá jugar, junto a un compañero, un fin de semana de Grand Prix completo, sentados en el mismo sillón. Si bien la demo previa no cuenta con el modelo de campaña ni el anunciado modo My Team, sí hemos podido experimentar los controles y el nivel técnico actual del longevo motor Evo. F1 2020 definitivamente es la última instancia de la serie para las consolas de actual generación, y por lo tanto, no se han dado demasiados paso hacia novedades técnicas que pongan en juego el alto rendimiento del título, y como era de esperarse, tampoco incorporará la implementación del soporte para realidad virtual que venimos reclamando desde que lo hicieron para el primer Dirt Rally (porque corre en el mismo motor). Lo que sí sorprende es que -al menos en esta prueba- los números de rendimiento son superiores a los de las entregas anteriores, llegando a jugarse en calidad “Ultra” sin ningún inconveniente, esta vez apoyado también por la inclusión del espectacular FidelityFX, que brinda imágenes mucho más definidas sin impactar en la performance. En cuanto al manejo, si bien se siente tan cómodo para siempre en cuanto al uso de volantes de alto nivel, también se han ocupado de brindar nuevas opciones de accesibilidad para que más gente pueda sumarse a la franquicia, particularmente gracias a lo que se llama “Casual Race Style”. En esta modalidad, el juego simplifica muchas de las opciones de preparación del vehículo para las carreras, ocultando ajustes para hacerlos automáticamente, sin necesidad de la intervención de los jugadores. También se activarán algunas asistencias extra para el manejo de la dirección y el control del vehículo en superficies de diferentes condiciones, tal y como lo hacen algunos juegos más arcade, como los Need for Speed o GRID, sumando también la posibilidad de devolver el auto a la pista automáticamente, cuando terminemos patinando en el pasto. Una verdadera experiencia arcade. Por otro lado, si el jugador estaba acostumbrado a controlar las asistencias de forma selectiva y manual, el juego incorpora dos nuevas características para aprovechar. En primer lugar, existe la posibilidad de que el juego determine automáticamente el uso del DRS (Drag Reduction System) para que lo ponga en acción en el momento en que haga falta y así sobrepasar al próximo competidor con mayores chances. La otra asistencia, quizá de mayor relevancia, es el control automático de la mezcla de combustible, para ajustar el uso de mayor potencia -a cambio de mayor consumo de combustible- de acuerdo a las condiciones de la carrera, considerando las chances de sobrepaso, la cantidad de combustible y vueltas restantes, o el sector del circuito. La administración de este recurso es fundamental para llegar a la meta con una victoria y en entregas anteriores ha sido una frustración grande para jugadores que no estaban enterados de esta característica (más allá de los minijuegos de entrenamiento que nos hacen practicar su uso), por lo que es interesante poder elegir no tener que ocuparse de esta exigencia para poder disfrutar de toda la experiencia. Si bien aún no lo hemos podido experimentar, el centro de atención de F1 2020 será sin dudas el modo My Team, que como sucede en otras franquicias deportivas, en este caso nos permitirá armar un equipo completo de F1 para participar del campeonato junto a los otros reconocidos. Deberemos conseguir un sponsor con diferentes exigencias y beneficios, contratar a corredores de la F2 para que sean nuestros compañeros de equipo, elegir entre una de las cuatro motorizaciones oficiales de la categoría (Ferrari, Honda, Renault, Mercedes Benz), y determinar toda la estética del equipo, incluyendo los colores principales del auto, y hasta su propio escudo. Al igual que lo hemos visto en repetidas ocasiones, en juegos como Project Cars o Monster Energy Supercross 3, habrá un calendario semanal que debemos cumplir entre las diferentes fechas del campeonato, en el que nos encontraremos con situaciones de management del equipo, entrenamiento del piloto, mejoras de los vehículos, entrevistas y publicidad para aumentar la entrada de fondos y motivar a los departamentos a trabajar en mejoras más rápido y de más importancias. Esta modalidad es la clave de la entrega de este año, y aunque no la tenemos a mano aún, promete no solo una gran rejugabilidad (sumándose a la tradicional campaña de 10 temporadas), sino que además podremos hacer nuestro propio camino sin depender de las exigencias preestablecidas de cada equipo. Definitivamente, F1 2020 no promete ningún quiebre revolucionario en la serie, ya que para eso deberemos esperar las llegadas de la Xbox Series X y la PlayStation 5, para las que el estudio seguramente actualice sus tecnologías presentando algo realmente novedoso, pero quizá la llegada de esta nueva modalidad, y el ajuste de varias características en pos de una mayor accesibilidad hagan que tengamos un año mucho más interesante que el anterior, que si bien llegó a los estándares esperados, ya no tenía novedades sustanciales para destacar. Esperemos a probar el juego completo para sacar conclusiones definitivas, pero sin dudas, poder crear un equipo propio y competir mano a mano contra los grandes, armando todo desde la nada, es un incentivo interesante para adquirir esta nueva entrega. Este preview fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Deep Silver/Codemasters. 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