The Division 2: Warlords of New York – Review

Un año después de la salida de The Division 2, por fin tenemos la primera expansión que amplia el mapa agregando una zona nueva en Nueva York, que es distinta a la del primer juego no solo porque la historia transcurre en la zona baja de Manhattan, sino también porque ya no nos encontramos en ese invierno caótico y amenazante que simulaba un ambiente opresivo sino que, al igual que The Division 2, está ambientado durante el verano.

Pero este cambio de estación no es lo único que cambio en New York, también se vio afectada por un huracán y una tormenta, que dejo la ciudad completamente devastada. Con este escenario en mente, tendremos que cazar a Aaron Keener, el agente renegado que le dio la espalda a la iniciativa The Division junto a sus fieles tenientes.

La caza POR Aaron Keener comienza una vez que entramos a New York. Para dar con el paradero del elusivo agente tendremos que buscar información sobre su ubicación y, por si fuera poco, tendremos que eliminar a sus cuatro tenientes que gobiernan cada distrito Manhattan. Cada uno de estos tenientes tiene a su disposición a los remanentes de los Rikers y los Cleaners que enfrentamos en la anterior entrega pero, a diferencia de estos, los “Nuevos” enemigos tienen varias habilidades y gadgets nuevos que harán nuestra estadía en Manhattan un verdadero problema.

Al terminar la campaña que tiene una duración aproximada de cinco a seis horas, desbloquearemos las temporadas de contenido que funcionan de la misma manera que en otros juegos como Destiny, en la que podremos subir nivel hasta 100 y desbloquear diversos objetos. También existe una versión de paga que desbloquea ítems cosméticos exclusivos, además de los mencionados.

Otra cosa que agrega el juego es un sistema similar al Paragon de Diablo III que, al alcanzar el nivel máximo del personaje (que fue aumentado de 30 a 40), podremos seguir subiendo de niveles e iremos desbloqueando diversos pasivos que potenciaran nuestro daño o defensa, entre algunas opciones.

Junto a la expansión se lanzó el parche número ocho que trae varios cambios importantes en el juego, los cuales también están disponibles para todos los jugadores del juego base. Luego de varias idas y venidas con el loot, diversos nerfs y buffs a las distintas clases, armas y sets, que pudimos observar en el primer año de vida del juego, Ubisoft implementó el Gear 2.0, un rework del sistema de botín. Lamentablemente, para los que teníamos todo el equipamiento (armas y armaduras) en nivel máximo, esto nos obliga a tener que adqurir nuevamente estos ítems, ya que a todos ellos se les ha modificado alguna estadística o talento, debido a que lo han eliminado o porque para esa pieza en particular ya no se encuentra disponible. Para enfatizar este cambio pondremos como ejemplo el atributo “Daño a los Elites” que se ha eliminado del juego.

Este cambio se ve mitigado a las personas que tengan la expansión ya que, si o si, tendrán que cambiar el equipo para poder llegar al nivel 40. Los ítems de set también fueron modificados, agregando nuevas funciones y cambiando la cantidad de piezas necesarias para que las mejoras se activen.

Otro de los cambios fundamentales de esta actualización es la modificación al funcionamiento de la estación de recalibracion. Anteriormente, para recalibrar un ítem, teníamos que sacrificar otro del mismo tipo y categoría para poder traspasarle el atributo deseado. Esto hacia que llenáramos nuestro alijo de objetos que no nos servían pero que tenían algún atributo o talento útil para traspasar. Ahora tenemos una librería a que le podremos pasar los atributos de los ítems sacrificados y podremos utilizarla todas las veces que queramos.

Por supuesto, es importante estar atento a un ítem que tenga mejor roll que el que sacrificamos en la estación de recalibracion. De esta manera bajara la cantidad de ítems que guardemos en el alijo y en algún momento llegaremos a tener la biblioteca llena de todos los atributos disponibleS en el juego con el mayor roll posible.

Algo que no deja de asombrarme es la fidelidad de los escenarios con respecto a los de la vida real. Se nota que Ubisoft puso un esfuerzo descomunal para que los escenarios del juego sean idénticos a los reales. Nos podemos quedar admirando por horas los detalles que le pusieron a la expansión cuando recorremos las distintas zonas como el Barrio Chino o Wall Street, y vemos como quedarían en un supuesto futuro apocalíptico.

Si bien la expansión no es lo que prometía, considerando su relación entre contenido y precio, hay que tener en cuenta que todavía hay mucho contenido gratis anunciado para los siguientes meses como la próxima raid que será lanzada en los próximos meses.

Lo más importante es que por fin Massive cerró el arco argumental de Aaron Keener que había dejado al final de The división y creó un nuevo enemigo (el cual tendrán que jugar la expansión para saber quién es) al que nos tendremos que enfrentar en futuro no muy lejano.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Ubisoft.