Ante el inminente lanzamiento de The Bard’s Tale IV: Barrows Depth, InXile Entertainment y Krome Studio aunaron esfuerzos para recuperar la trilogía original y traerla a un público moderno. The Bard’s Tale: Tales of the Unknown y sus dos secuelas son una pieza clave en la historia de los juegos de rol para computadoras, y en sus humildes cimientos se encuentran muchas de las piedras angulares del que hoy por hoy es, sin dudas, el género más popular en el mundo de los videojuegos.

Con esto dicho, The Bard’s Tale no deja de ser un producto de su época. Y el contexto de producción de esta pieza histórica de software es ineludible a la hora de evaluar el alcance y la calidad del producto. Cuando Tales of the Unknown salió al mercado en 1985 su propuesta jugable era revolucionaria, sus sistemas complejos y vastos y su presentación avanzada para la época. Hoy, podemos pensar que The Bard’s Tale es un producto sumamente anticuado, incluso teniendo en cuenta las mejoras gráficas, de interfaz y de calidad de vida que trae a la mesa esta versión remasterizada.

Es por eso que resulta difícil evaluar a The Bard’s Tale con un lente moderno. Los jugadores actuales, acostumbrados a la presentación cinemática, la complejidad de sistemas y la facilidad de acceso al contenido de los juegos modernos, probablemente tacharan a The Bard’s Tale como una experiencia arcana, perdida en el tiempo. Y sin embargo, a pensar de esta realidad ineludible, ponerse frente a los controles de nuestro grupo de aventureros en su misión por salvar al pueblo de Skara Brae sigue siendo hoy tan atrapante como lo era hace más de treinta años.

La historia que plantea The Bard’s Tale es sencilla. El apacible pueblo de Skara Brae ha sido asediado por el malvado hechicero Mangar. La ciudad ha sido rodeada por una tormenta de nieve eterna y distintas criaturas malignas asolan las calles. Todos los héroes de la cofradía de aventureros han caído en su intento de derrotar al tirano. Y las últimas esperanzas recaen sobre un grupo de aventureros novatos. Aquí es donde entramos en acción.

Nuestra primera tarea en The Bard’s Tale es crear a nuestro grupo de hasta siete aventureros (aunque nos conviene dejar un casillero vacío para aprovechar los summons más poderosos de final de juego). Estos aventureros responden a arquetipos clásicos en cuanto a razas y clases: humanos, elfos, orcos o enanos por un lado; guerreros, paladines, ladrones o magos por el otro. Ya en su época, The Bard’s Tale escondía un nivel de complejidad elevado en estas elecciones. Razas como los elfos o los gnomos se encontraban naturalmente inclinadas al uso de la magia, mientras que orcos y enanos constituían mejores luchadores. La selección de las clases tampoco era algo tan sencillo. Paladines y guerreros ganaban ataques al subir de nivel, los cazadores podían acertar potentes golpes críticos y los magos eran capaces de especializarse en cuatro escuelas de magia diferentes. Y además de todo esto estaba el bardo, una clase singular y sumamente necesaria para nuestra aventura, capaz de cantar baladas y crear bonificadores globales para nuestro grupo de valientes aventureros. Todos estos elementos son recuperados en esta nueva versión remasterizada, y mantienen toda la complejidad y el encanto del original.

Una vez que tengamos a nuestro grupo preparado, e ingresemos a las oscuras calles de Skara Brae, el juego nos presenta de un solo golpe todos sus elementos jugables. La pantalla se encuentra dividida en tres grandes áreas. En el sector superior izquierdo aparece una representación gráfica “en primera persona” de la visión de nuestro grupo, así como retratos, objetos u enemigos de acuerdo a las distintas acciones contextuales. En la parte superior derecha aparece el cuadro de interacción, el cual nos brindará la mayor parte de la información sobre el mundo del juego y las distintas decisiones que podemos tomar. En mitad inferior de la pantalla aparecen nuestros personajes, cada uno representado con una línea de texto que detalla su nombre, clase, puntos de vida, clase de armadura, estado y puntos de hechizo, todo de manera concisa y simple.

Decir que The Bard’s Tale se maneja en términos mayormente abstractos es una obviedad de un tamaño inmenso. Pero como ya dijimos, estamos ante un juego que es producto de su época. Los elementos que The Bard’s Tale nos otorga para jugar son todo lo que vamos a necesitar para explorar cada faceta del juego. El primer episodio de la trilogía regresa con todo el contenido intacto. De las calles de Skara Brae vamos a poder acceder, de forma progresiva, a cinco mazmorras, una más peligros que la otra. Hasta llegar al enfrentamiento final con el hechicero Mangar.

Los elementos presentes en la remasterización ayudan a hacer de esta experiencia algo más digerible para jugadores modernos. El esquema de control del juego ha sido simplificado de tal manera que ahora es posible controlar casi la totalidad de las acciones solo con el mouse. No será necesario introducir comandos ni memorizar series de teclas, ya que todo está a un click de distancia. También se ha simplificado el manejo de inventario, ahora con un inventario global que elimina mucho del molesto micromanagement del equipo de cada aventurero. Por otro lado, el renderizado en tres dimensiones hace que las casas de Skara Brae sean… bueno… tridimensionales. Ahora la puerta esta de un solo lado.

Para finalizar, hay otro cambio que tal vez sorprenda a los más jóvenes, pero había una época en la que este estilo de juegos no venían con un mapa incorporado. Y si queríamos orientarnos en las calles de Skara Brae o en las mazmorras la forma más efectiva era agarrar un lápiz, una hoja cuadriculada y “mapear” el escenario por nuestra cuenta. The Bard’s Tale Trilogy elimina esa necesidad con la incorporación de una herramienta de automapeo que, si bien es más conveniente, destruye parte del encanto de estos viejos juegos.

Aquellos viejos dinosaurios que extrañen la época de papel cuadriculado y dolores de cabeza con el inventario van a tener acceso a un modo de juego “Legacy” que permite reconstruir la experiencia de juego a algo mucho más cercano a lo visto en aquel entonces. Pero los jugadores que aborden The Bard’s Tale por primera vez harán bien en dejar estas opciones desactivadas.

En definitiva, y como decíamos al comienzo de esta reseña, es muy difícil, o casi imposible evaluar a The Bard’s Tale en base a sensibilidades actuales. Estamos ante un juego que marcó una revolución a mediados de la década del 80, pero que es sin duda un producto de aquellos años. Los gráficos son simples (aún en su versión remasterizada); la música es aún más sencilla, si bien con su encanto; y los sistemas de juego, aunque efectivos, son básicos y fácilmente explotables. Por ejemplo, “grindear” en The Bard’s Tale es algo tan sencillo que hasta podría automatizarse con un macro de teclado de unas pocas líneas.

Es por eso que la nota que van a encontrar al final de esta reseña no hace referencia a The Bard’s Tale como juego en sí mismo. Para poder hacer una reseña justa deberíamos transportarnos a 1985 y borrar de nuestras mentes más de 30 años de avances (y retrocesos) en el género RPG. La nota que van a encontrar, en cambio, hace referencia al trabajo de remasterización más que aceptable llevado adelante por la gente de Kroma Studios e InXile.

Gráficamente el juego se adapta bastante bien a los tiempos que corren. Si bien podría haber existido un esfuerzo por dotar de algo más de personalidad a cada clase y enemigo. Elementos tales como efectos para cada hechizo o atmósferas algo más diferenciadas entre las mazmorras podrían haber mejorado aún más la presentación de The Bard’s Tale sin atentar contra la esencia del juego. Lo mismo puede decirse del trabajo de sonido. Entendemos perfectamente que la idea era restaurar el encanto de los tonos simples del juego original, pero la música es básica y repetitiva y puede cansar rápidamente. Eso sí, ahora podemos elegir entre personajes hombres o mujeres. Después de todo, ya no es 1985.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por inXile Entertainment/Krome Studios.

The Bard’s Tale Trilogy | Tales of the Unknown I: The Bard's Tale – Review
Trabajo de remasterización75%
Gameplay70%
Gráficos70%
Música y Sonidos70%
Lo bueno:
  • Un clásico restaurado.
  • Nuevas mejoras de “calidad de vida”.
  • Un gran esfuerzo puesto en mantener la esencia del original de 1985.
Lo malo:
  • La restauración gráfica podría haber sido un poco más profunda.
  • La música, si bien fiel al original, es sumamente molesta.
75%Nota Final
Puntuación de los lectores: (1 Voto)
80%

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