Cuando tuvimos la oportunidad de probar la fuente Supernova 650W G3 de la marca EVGA, fuimos testigos -una vez más- de la responsabilidad que se toma la empresa a la hora de cumplir con los certificados que regulan la buena calidad de los productos. La 650W G3 rinde lo que debe y cuenta con los componentes que se aseguran que eso suceda, y ahora, que podemos tener en manos a su hermana mayor de 1000W, no esperamos nada diferente.

La EVGA Supernova 1000W G3 presenta la misma estética de su hermana menor, con una construcción de alto nivel y detalles muy llamativos para ocupar su lugar en gabinetes de panel de vidrio templado sin temor a arruinar el espectáculo. Las tapas son totalmente metálicas y se encastran entre sí, ofreciendo robustez absoluta en todo el armado, requiriendo de tan solo 4 tornillos para su desarme.

El sistema de refrigeración utilizado es el mismo que el que se encuentra a través de toda la línea: un fan de 140mm con el diseño texturado de la marca, que también podemos encontrar en otros dispositivos como el loop CLC280. El fan también está sostenido por tan solo 4 tornillos allen que acompañan al diseño, por lo que su estética se mantiene intacta en todo sentido. En la refrigeración del sistema también acompañan unos fuertes disipadores de aluminio donde se sostienen los exigidos transistores de regulación de corriente.

Como vimos anteriormente, esta línea ofrece la funcionalidad “Eco”, que le permite a la fuente desactivar completamente el ventilador de refrigeración cuando no está siendo exigida, y volver al máximo de potencia cuando se está jugando o haciendo procesos de alta exigencia. Si se deja desactivada la tecla “Eco”, en menor exigencia, el fan sigue en funcionamiento, aunque siempre respetando una curva de fábrica que lo mantiene en el régimen necesario en relación a la exigencia de energía. Todo se remite a una cuestión de gustos, pero podemos dar fé que bajo ninguna circunstancia la administración de fan del perfil “Eco” perjudica la funcionalidad o la vida util de las fuentes de la marca que lo incorporan.

• Fuente EVGA Supernova 1000W G3
• Manual de Usuario
• Cable de alimentación
• Bolsa
• Probador de fuente

Puertos e Interfaces

• Alimentador de energía para tarjeta madre: 24-pin ATX
• Conectores de poder (4 pin) periferales (Molex): 4
• Número de conectores de energía SATA: 12
• Conectores de poder PCI Express (6+2 pin): 8
• Conector de potencia ATX (24 pines): Si
• Conector a unidad de disquetes: Si

• Certificación 80 PLUS Gold con 90% (115VAC) / 92% (220VAC~240VAC) de eficiencia bajo carga
• La más alta calidad de capacitores japoneses que aseguran fiabilidad y rendimiento a largo plazo
• Completamente modular para reducir el desorden de cables y mejorar el flujo de aire
• Preparada para NVIDIA SLI & AMD Crossfire
• 10 años de garantía
• Protecciones de gran resistencia incluyendo sobrevoltaje, bajo voltaje, sobretensión, sobrepotencia, cortocircuito y sobretempertura
• El sistema inteligente de control de temperatura ECO de EVGA elimina el ruido del ventilador en carga baja o media
• Ventilador de carga dinámica hidráulica que aseguran un funcionamiento ultra silencioso y una mayor vida útil.

Además, si existe algun temor a utilizarlo, nunca está demás recordar que, como muestra de confianza en sus productos, EVGA ofrece 7 años de garantía oficial por defectos de fábrica, y aunque solo se aplica al territorio de Estados Unidos, cada lugar de venta cuenta con un distribuidor oficial responsable. En el caso de Argentina, la garantía directa es de dos años, y es válida luego de haber registrado el producto en EVGA o EVGA LATAM al momento de adquirirlo.

Como no podía ser de otra manera, esta es una fuente modular con todos los puertos necesarios para cumplir con la demanda de los sistemas más complejos modernos, y a pesar de tratarse de una bestia en cuanto potencia total, su tamaño es exactamente igual al de cualquier fuente de menor calibre, por lo que no hay que pensar en reducir el espacio libre del “shroud”, que generalmente alberga todo el cableado inferior escondido.

En el panel de zócalos nos encontramos con un par de terminales 4+4 de CPU, el clásico zócalo 20+4 para motherboard, cuatro salidas dedicadas a dispositivos SATA -para el que se adjuntan cables de tres terminales-, una salida dedicada a periféricos en la que se puede conectar el antiguo cable Molex, que actualmente se utiliza para conectar fans genéricos, y finalmente, cinco salidas PCI-E 6+2 para placas de video, lo que tranquilamente permite alimentar a sistemas con Crossfire o SLI de tres vías sin ningún problema, y sin temor a hacerlo con las placas más hambrientas del mercado.

Como es costumbre, el enorme set de cables viene acompañado del kit de accesorios que caracteriza a esta línea, compuesto por 5 tiras de velcro para administrar más prolijamente el caos de cables, un adaptador de terminal Molex a floppy, la tradicional bolsa para guardar los cables sobrantes, y el probador de arranque para el terminal de motherboard que puentea el cable negro y el verde sin tener que recurrir a alambres, para más practicidad a la hora de sacarnos las dudas sobre el funcionamiento de la fuente.

Al tener en cuenta toda esta presentación, y la exigencia a la que va a ser sometida semejante fuente de poder, es natural considerar el nivel de contaminación sonora que provocará su funcionamiento a tope de régimen, y por suerte, mantiene los estándares presentados por su hermana menor de 650W. A pesar de contar con el ventilador de 140mm, el sonido generado en uso cotidiano es prácticamente inexistente, gracias al práctico sistema ¨Eco¨, que no enciende el fan hasta alcanzar el 20% de su consumo, lo que en una fuente de 1000W es, nada más y nada menos que 200W. El ventilador no llega a emitir un ruido realmente molesto hasta alcanzar un 80% del trabajo de la fuente, lo cual es prácticamente imposible de alcanzar en un sistema tradicional, a menos que esté fuertemente overclockeado y se lo exija al máximo.

Obviamente, todo lo que se encuentra en el interior de esta bestia es del mejor nivel posible para estos estándares, con soldaduras de excelente refuerzo y transformadores toroidales que evitan interferencias en la línea de corriente. La filtración de salida está compuesta por cuatro partes conformadas por los excelentes capacitores Nippon Chemi-Con 041N04N, que se usan en VRM de este calibre, reforzando -una vez más- con capacitores de filtro en cada slot de salida.

Para este análisis, medimos el nivel de consumo haciendo incrementos progresivos en la cantidad de carga de trabajo, encontrando que comple con mucha eficiencia la certificación 80 Plus Gold. Observamos que en el 50% de la carga (esto es 500W) la eficiencia máxima no bajó del 92%, mientras que al alcanzar el tope de la exigencia, el resultado no fue inferior al 89%, llegando a soportar un pico de 1006W. Durante toda esta tortura, pasando por diferentes exigencias, en diferentes temperaturas de trabajo, la variación de estos resultados no llegó a superar el 5%, lo cual sigue hablando a las claras que el circuito VRM que se está ofreciendo en esta línea es realmente excepcional, compensando voltaje en los momentos en que lo requiere el sistema. No por nada esta es una fuente de 200 dólares, que si bien es un precio bastante elevado, representa un nivel de confiabilidad y resultados innegables.

Lamentablemente, una vez más tenemos que destacar que esta fuente, tope de su sector, sigue ofreciendo los tradicionales cables calibre 18, y no los modernos planos que se están ofreciendo en otras marcas, lo que implica un embrollo aún mayor que modelos inferiores, dada la cantidad de zócalos con las que cuenta. Seguramente se trate de una cuestión respaldada por alguna prueba de resistencia en la que la marca confía, lo que termina siendo en favor de un mejor producto, a la larga, pero no podemos evitar reconocer que están soplando vientos de cambio en cuanto a la estética de estos dispositivos y quizá EVGA necesita replantear esta elección.

Esta bestia de fuente es, sin lugar a dudas, la mayor apuesta a largo plazo que se puede hacer para un sistema moderno. Como bien dijimos, el elevado precio puede ahuyentar hasta a los más preparados, pero tener algo de la marca siempre significa tener lo mejor para nuestros equipos, tanto en rendimiento como en longevidad, y esas cosas rara vez se conjugan en un mismo producto.

Definitivamente se trata de un agregado que no va a defraudar a nadie, cumpliendo con las exigencias de todo tipo de entusiastas, y ofreciendo prestaciones que van a mantenerla vigente por muchos más años de lo que se espera. Sin lugar a dudas, es una de las pocas cosas a las que se puede apostar sin temor a quedar rezagados en tres o cuatro cambios de futuras generaciones.

Este review fue realizado con un sample proporcionado por EVGA Latinoamérica.