Auriculares Redragon Lagopasmutus H201 – Review

En la carrera por ofrecer dispositivos de grandes prestaciones a un precio reducido, empresas como Redragon se encuentran con dilemas que los obligan a decidir entre no superar cierta franja de precios o incorporar mejoras a su diseño original para alcanzar la expectativa de sus consumidores, y muchas veces pueden llegar a terminar en un lugar como el del headset Lagopasmutus H201, que si bien presenta una estética y diseño de gran ambición, termina por no cumplir demasiado con las exigencias del público al que apunta.

Este headset de pretensiones gamer viene contenido en un packaging robusto y llamativo, con una ventana lateral que deja ver alrededor del 40% del dispositivo, e impresiones simples, pero de buena calidad en las partes opacas. Al no contar con demasiadas características, la mayor parte de la información visual está compuesta por fotografías de distintos ángulos del Lagopasmutus.

Por detrás hay un pequeño listado de características técnicas básicas, en tres idiomas, donde se puede descubrir el rango de sensibilidad, el rango de frecuencia y la resistencia de los drivers, además del largo de cable y el tipo de conectores que posee.

El Lagopasmutus es un headset analógico con plugs de 3.5mm para micrófono y sonido, y un puerto USB que solo funciona como cable de energía para la iluminación roja de las carcasas. Llama la atención que en esta propuesta económica tengamos un cable muy flexible, mallado en tela, de gran calidad, ya que el resto del conjunto parece estar apuntado simplemente al ahorro.

El diseño de las formas puede llegar a engañar visualmente, confundiéndolo con algo de mayor nivel, pero la realidad es que este headset no ofrece mucho más que su belleza externa. El nivel de construcción y la calidad de los materiales no es lo mejor, por lo que puede ponerse en duda su durabilidad, aunque, por otro lado, el nivel de sonido puede ser un buen justificativo para adquirirlo.

Es toda una cuestión de contexto. No se puede esperar de un headset de tan solo 720 pesos dure 20 años u ofrezca prestaciones sin precedentes, pero si se puede esperar coherencia y balance en su relación entre costo y beneficios, y eso es justamente lo que encontramos acá.

Por el lado bueno de las cosas, además de su excelente cable de alta calidad, el Lagopasmutus ofrece una decente experiencia de audio para el que tan solo pretenda jugar sin arruinarse la experiencia con alguna baratija indigna. En este caso han apuntado a una experiencia cinemática -la que la mayoría de los jugadores pretende- con fuertes graves que hacen temblar a los drivers en los momentos más espectaculares de los juegos de guerra, o en las trompadas de los de pelea. Al tratarse de una construcción de media altura, este modelo deja un poco que desear por el lado de los medios y agudos, simplemente cumpliendo con su trabajo, pero sin ofrecer el mismo nivel de nitidez y presencia que los graves.

Esto hace que en largas sesiones la experiencia se torne un poco irritante, pero una vez más tenemos que apelar a la razón y no esperar nada fuera de este rango de precio.

En la carcasa de la izquierda ofrece un cómodo control de volúmen y un control de vibración, que hace exactamente lo que describe. Este headset ofrece vibraciones basadas en dichos sonidos graves, lo cual no está nada mal para redondear la mencionada experiencia cinemática, pero también puede resultar agotador, para lo cual el control de vibración es ideal.

Llama la atención que contando con semejante característica (de la cual se puede discutir su verdadera necesidad en este paquete) no hayan incorporado un switch para desactivar el micrófono, como si supieron poner uno para activar o desactivar la iluminación. Decisiones extrañas.

Si bien el sistema suena bien pero no alcanza altos niveles de calidad, por el lado del micrófono si logra cumplir de buena manera, con una grabación clara, aunque poco aislada de los sonidos de entorno y con poco volúmen de captación -que obliga a utilizar el siempre cuestionable “boost”- pero a pesar de todo, la respuesta de frecuencia es bastante amplia y el resultado final deja un gran nivel de satisfacción. Como siempre recordamos, este tipo de dispositivos no es ideal para los que pretendan grabar podcasts o material de locución profesional, pero si trabaja muy bien para la comunicación.

También cabe destacar que el micrófono viene presentado tan solo como una protuberancia de la carcasa, sin posibilidad de extenderlo o apuntarlo, por lo que los resultados pueden variar de acuerdo a la forma de la cabeza o el volumen de voz de cada uno.

Quizá lo más reprochable del Lagopasmutus es que en su afán de complacer a un público más amplio cuenta con la mencionada zona de iluminación roja en las carcasas, y de la manera en que fue aplicada, es más un punto en contra que una ventaja. Conectando el cable USB de alimentación y activando el switch, el Lagopasmutus ilumina los plásticos translúcidos rojos de una manera bastante pobre, que deja ver exactamente donde se encuentra el LED que supuestamente llenaría de luz a estos sectores. Es tan corta la influencia de esta iluminación que, en cualquier habitación con la luz prendida, prácticamente se pierde, por lo que recomendamos desde ya no gastar energía y desperdiciar un slot en utilizarla.

Si bien este análisis suena más negativo de lo que realmente es, este headset hace honor a lo que venimos mencionando: Es un buen balance entre precio y prestaciones y no se puede pretender más. Sería injusto reclamarle características de headsets que superan los 1500 pesos en el mercado cuando en realidad se puede adquirir para la mitad, por lo que no sería inteligente considerarlo un mal producto sino una digna entrada de gama para quienes estén interesados en explorar este tipo de dispositivos.

Este review fue realizado con un sample proporcionado por Redragon Argentina.