Mouse Redragon Centrophorus M601 – Review

En la mayoría de los países latinoamericanos, lo que vale el Centrophorus M601 no alcanza siquiera para comprar una remera digna, de buena calidad. Peor aún, por lo que vale el Centrophorus no le ponen ni una caja digna a lo que sea que estemos comprando. Es por eso que la única explicación que se le puede dar a este producto que conjuga prestaciones con bajo precio, es la alquimia.

El M601 es un mouse gamer de muy bajo costo que incorpora características básicas en una presentación excepcional, que va desde una caja bastante bien diseñada y una calidad de packaging aceptable -cuyo mayor error es no especificar ni incluir el software dedicado-, a un diseño del mouse que sorprende desde que sale del paquete. Como es de esperarse, por semejante oferta no se pueden esperar muchos agregados en el conjunto, pero es sorprendente lo que significa como concepto.

Estéticamente, el Centrophorus se ve moderno, de líneas elegantes, sin decisiones que arriesgarían el buen gusto y construido con materiales aceptables. Las zonas negras, para el agarre, presentan una leve rugosidad que permite sostenerlo de manera firme, sin tener que recurrir a la fuerza, y los tonos rojos están pintados en brillante, elevando las impresiones.

En total cuenta con 6 botones con funciones preestablecidas, que se pueden configurar utilizando el software genérico para mouse de 6 botones, provisto en el sitio oficial de Redragon. La mayor capacidad de personalización se encuentra en el botón central, ubicado detrás de la rueda de scroll, con el que podremos elegir cuatro niveles de resolución de manera instantánea para alcanzar diferentes requerimientos de juego. La mayor resolución posible es de tan solo 3200DPI, lo cual puede ser un contratiempo para quienes jueguen a resoluciones de monitor mayores de 1080p, pero es un estándar adecuado para la gran mayoría de los jugadores, y el sensor Avago 3050, a pesar de ser de entrada de gama, cumple con creces en este modelo.

Otro de los aspectos estéticos que le suman a su excelente diseño es la iluminación LED que se ha ubicado de una manera muy poco invasiva, siguiendo con las buenas decisiones ornamentales. Un LED central indica el nivel de DPI en el que estamos, y aunque es de mucha utilidad, tres de sus cuatro diferentes colores se interponen, en cierto modo, con la armonía que presenta cuando está todo en rojo.

Sorprende encontrar en un mouse de este segmento que incorpore pesas de personalización (ocho de 2,4 grs cada una) para alcanzar un total de 140 grs. También son muy importantes las almohadillas de teflón de larga duración, ya que le dan una excelente sensación en cualquier tipo de superficie, resultando en movimientos de gran precisión siempre que se lo necesite.

Como estamos notando, es en las limitaciones de ciertas características donde se encuentra su excelente relación precio/prestaciones, y también está en la calidad de algunos componentes. No es que se encuentre un rápido desgaste, sino hay una constante sensación de fragilidad al usarlo, a pesar de que los switches de los botones principales son de la marca Omron. Es en la exagerada flexibilidad de los plásticos que los accionan donde se acerca más a sensaciones mucho más económicas, pero no termina de opacar toda la experiencia. Y gracias al formato ergonómico ambidiestro, que se siente cómodo en todo momento, no nos vemos obligados a largos períodos de adaptación si estamos acostumbrados a otro tipo de formas.

Una vez más, Redragon se presenta como una excelente solución para los fanáticos jugadores que no cuentan con mucho presupuesto para incorporar periféricos de amplias funcionalidades a sus sesiones de juego. Teniendo en cuenta su costo de $400 en Argentina, el Centrophorus M601 no es el más complejo ni avanzado mouse del mercado, pero tiene todo como para destacarse en su rango de precio y con tan solo probarlo se explica por qué es el mouse más vendido de las tiendas del mundo.

Este review fue realizado con un sample de prensa proporcionado por Redragon.