HITMAN: Episodio 4 ‘Bangkok’ – Review

El Agente 47 regresa en una nueva misión que lo lleva a los paradisiacos paisajes del sudeste asiático y a un lujoso hotel de cinco estrellas. En este nuevo episodio el blanco designado por La Agencia es Jordan Cross, hijo del millonario magnate de los medios Thomas Cross, quien esta sospechado de haber asesinado a su novia arrojándola al vació desde un rascacielos. Además, 47 también deberá eliminar al abogado corrupto de la familia mientras se hospeda en el mismo hotel. ¿Mencioné que Jordan Cross se encuentra en el hotel grabando un nuevo disco con su banda de rock independiente “The Class”? ¿Mencione que justo es el día de su cumpleaños número 27? Es la oportunidad perfecta de sumar a una nueva estrella de rock al club.

Ni bien comenzar, lo primero que llama la atención de este nuevo episodio de Hitman es su parecido estructural con la misión de Paris. Al igual que en aquella misión la acción se desenvuelve por entero en una enorme estructura, representada en este caso por el hotel Himmapan. De manera similar a la mansión de Paris, el hotel cuenta con dos alas simétricas, un subsuelo destinado al servicio de habitación, jardinería y cocinas, y una seguridad desmedida para lo que es un retiro de lujo como cualquier otro. Al igual que en aquella misión, el agente 47 podrá hacerse con los uniformes de los distintos escalafones de personal para acceder a distintas zonas, como los jardines o las cocinas, y de esta forma encontrar oportunidades para ejecutar a sus blancos.

Las ejecuciones en este nuevo episodio me han parecido algo más frescas e innovadoras que en el episodio de Marrakech, que había representado un paso atrás para la temporada en ese departamento. El piso donde Jordan Cross se encuentra con los miembros de su banda, grabando el nuevo álbum, está repleto de gente y es muy difícil ejecutar un asesinato limpio por métodos tradicionales. Por suerte la ausencia del baterista líder de la banda y el gusto de Cross por los micrófonos vintage con defectos de fábrica le otorgan a 47 la oportunidad de demostrar su inventiva a la hora del asesinato. Y en este caso también, su asombrosa capacidad con la batería.

En conclusión, si bien esta nueva misión pierde algunos puntos en cuanto al diseño del mapa, los recupera gracias a una buena estructura de objetivos y a algunos métodos de ejecución innovadores y hasta irónicos. No estamos ante un claro paso adelante como experimentamos en el caso de la misión en Sapienza (hasta ahora el punto alto de la temporada), pero al menos el contenido episódico mantiene un estándar de calidad aceptable.

Visualmente se trata de otro episodio imponente. Los lujosos pasillos y habitaciones del hotel Himmapan presentan un excelente contraste con la selva tropical que rodea al edificio. Un antiguo y majestuoso Wat en la otra orilla del río corona el marco gráfico de este nuevo episodio de una manera mágnifica. Dentro del edificio también encontramos bastante variedad, la suit de lujo donde Jordan Cross y su banda se hospedan destaca por sobre el resto de las zonas.

Con respecto al sonido. Continúan las inconsistencias con las voces y los acentos, pero no voy a volver a insistir sobre el tema. La banda sonora sigue siendo aceptable, en este caso con el valor agregado de algunos temas musicales extra en el estudio de grabación de The Class.

Este nuevo episodio además nos da el primer elemento intrigante en la historia continua que plantea esta temporada de Hitman. Una vez más, el avance en la historia llega por medio de una secuencia animada al final de la misión. En este caso observaremos un encuentro entre 47 y Diana en un aeropuerto. Y en este encuentro comenzarán a surgir algunos hilos narrativos que conectan de una manera bastante interesante los hechos de Paris, Sapienza, Marrakech y Bangkok. Este giro en la narración promete que las cosas van a ponerse mucho más intensas de cara a los capítulos finales de esta primera temporada.

Este review fue realizado con una copia comercial proporcionada por Square Enix.