Hand of Fate – Review

El developer australiano Defiant Development, conocidos por su labor en juegos como Heroes Call y Ski Safari para Android y y iOS, hace un su debut en PC y en Steam con Hand of Fate, un deck builder que agrega elementos de los hack and slash similares a los encontrados en títulos como Diablo y otros exponentes del género.

La introducción nos cuenta como en el fin del mundo existen 12 puertas que deberemos cruzar si queremos enfrentarnos con “el dealer”. Poco se sabe de esta misteriosa persona y menos aún se sabe de nosotros, ya que nunca emitimos palabra alguna. Cada puerta esta custodiada por un rey o una reina, peones que nuestro aparente enemigo supo capturar desde los inicios del tiempo y los cuales sirven como jefes finales para cada uno de los 12 episodios que deberemos superar para enfrentarnos finalmente al creador del juego.

El juego comienza como cualquier otro deck builder. Podemos construir un mazo con distintas armaduras, armas y accesorios para equipar a nuestro personaje. También podemos equipar “encuentros”, que sirven pequeños eventos que deberemos superar a los largo de los niveles.

Los mapas están armados aleatoriamente por cartas boca abajo. Nosotros tenemos la capacidad de movernos para cada uno de los puntos cardinales, con el simple costo de 1 porción de comida, una de las 2 divisas con las que cuenta el título, siendo la otra el oro. Al movernos y dar vuelta la carta, podemos encontrarnos con mercados o mercantes para adquirir ítems, bendiciones, curarnos, comida o sacarnos maldiciones, si tenemos el oro suficiente. Otra posibilidad toparnos con un encuentro, y acá es donde el juego se pone interesante.

Cada encuentro cuenta una breve historia o situación: Podemos toparnos con un héroe moribundo que nos pide llevar sus ítems a cierto lugar, rescatar una princesa de una cueva secuestrada por bandidos, una emboscada, etc. Cualquier tipo de situación que podemos encontrar en un juego de rol. Cada encuentro nos dará una serie de opciones, como decidir rescatar a la princesa o dejarla a su propia suerte, luchar en una arena o tratar de escapar, ayudar a un moribundo con un poco de comida o ignorarlo.

En este momento es donde aparece lo innovador que propone el título: Según la decisión que tomemos, nos dara a elegir entre 4 cartas que son mezcladas delante de nuestros ojos. Algunas cartas marcaran el éxito de nuestra opción, mientras que otras tendrán un desenlace más bien poco satisfactorio. Si uno de los encuentros es una emboscada, intentamos huir y la carta que elegimos no está de nuestro lado, el juego pasa a ser un Hack and Slash isométrico al mejor estilo Diablo y nuestras armaduras, hechizos, poderes y armas pasan de nuestro mazo a nuestro avatar en modelos completamente en 3d y, cabe decir, con unos gráficos excelentes.

El combate si bien es rápido y divertido, es demasiado simple. Tenemos un ataque común, la opción de esquivar o contraatacar y la posibilidad de usar un poder especial. Los enemigos lamentablemente tampoco son variados, teniendo solo 3 variedades, una suerte de lagartos, esqueletos y bandidos. Incluso cada uno de los 12 bosses son muy similares entre si, sorprendiéndonos cuando vemos a Jack of Plage, una suerte de rata infectada, y 5 episodios más tardes a Queen of Plage, un boss extremadamente similar. Y si, ya lo adivinaron, también esta King of Plague. Cada jefe final tiene entre 2 y 3 ataques propios, aunque todos son muy bien marcados y el slow mo nos ayuda a esquivar todo sin mucha necesidad de destreza.

En el tablero también encontraremos mini bosses, los cuales a diferencia de la campaña principal, si tienen variedad. Tendremos golems de lava, liches, barbaros, etc. Incluso tendremos achievements por derrotarlos a todos en una misma sesión.

La historia es simple pero la forma de ser narrada es excelente. El voice acting de nuestro archienemigo es impecable y la composición sonora hace sentir los combates viscerales y explosivos. Lamentablemente, la variedad de cartas no es muy alta, por lo que llegando a los episodios finales vamos a estar cansados de escuchar una y otra vez las mismas historias, con las mismas opciones, y por lo general con los mismos resultados.

Lo mismo sucede con el combate, si bien al principio quizás presente algún tipo de dificultad, llegando a los últimos episodios se convierte en simplemente atacar y esquivar. Cada movimiento está muy bien marcado, por lo cual es casi imposible resultar derrotado en combate. Es tan así, que uno de los encuentros es la decisión del diablo, el cual nos da a elegir entre diferentes tipos de enemigos con quien luchar. Mientras más fuerte el enemigo, mejores los rewards. Elegir un boss con máximo nivel de dificultad es casi siempre la opción más segura, ya que los movimientos son pocos y el knockdown de nuestro personaje hace que simplemente tengamos que atacar sin parar para salir victoriosos.

El timer de Steam marcaba 9 horas al finalizar la campaña principal, y aun no había tocado el modo endless que promete muchas horas más de diversión. Es definitivamente un título fresco e innovador, y el mismo sabe reunir lo mejor de los mundos de las cartas y los hack and slash.