Eternal Strands – Review

El estudio Yellow Brick Games, compuesto por varios veteranos de la industria, hizo hoy su debut en el mundo del gaming con Eternal Strands en PC, PlayStation 5, Xbox Series S|X, como también para Game Pass para Windows y consolas. Para aquellos que no lo sepan, hay una demo disponible en todas las plataformas y su progreso se conserva para el juego completo en caso de comprarlo o jugarlo en el servicio de suscripción de Microsoft.

Brynn es la protagonista de la historia, quien se une a un diverso grupo de magos o Weaver (Tejedores), con el propósito de recuperar el hogar cultural de su pueblo, el Enclave. La ciudad se encuentra envuelta en una especie de velo mágico y muchos otras facciones culpan a los Weavers y su magia de la catástrofe ocurrido en el Enclave y las repercusiones que el evento desencadenó en otras regiones, pero el grupo está determinado a conocer qué sucedió en su tierra natal.

Eso no es todo ya que, a pocas horas de comenzar el juego, se descubre que el Enclave fue víctima de un evento cataclísmico que sucede cada miles de años y elimina casi todo rastro de vida en el mundo, similar a los Reapers en Mass Effect. La única diferencia es que en Eternal Strands, encontramos un superviviente de esta aniquilación (que sería el equivalente de un Proteano del Mass Effect) y nuestra misión será hacer contacto con él para saber cómo evitar el mismo tipo de catástrofe -la cuál no está muy lejos.

La narrativa en un principio es un tanto confusa o, mejor dicho, abrumadora, ya que el torrente de lore es inmenso y no hay suficiente background de nuestra heroína y los demás personajes como para tener una sensación de pertenencia en el grupo, pero con el tiempo vamos conociéndonos más en profundidad.

Poco después de escapar de un incidente que casi acaba con la vida del grupo, Brynn es designada por la líder del grupo como la nueva Puntera, aquella encargada de aventurarse en sus expediciones y realizar diferentes hallazgos mientras nuestros colegas nos acompañan mediante un dispositivo audiovisual que les permiten ver y escuchar todo lo que sucede a nuestro alrededor.

Con este en mente, la narrativa es uno de los puntos centrales de Eternal Strands y en este sentido el juego sorprende más que en otros aspectos. Los conversaciones se desarrollan con arte 2D de los personajes y tanto las voces de los personajes como las líneas de diálogo son muy convincentes y el apartado en general está bien muy logrado dentro de sus limitaciones de título AA de US$ 39.99.

No es necesariamente un RPG tradicional en cuanto a toma de decisiones y consecuencias, pero sí se tienen en cuenta ciertas repercusiones a la hora de hablar entre los diferentes integrantes del grupo, lo cual se pone de manifiesto en la afinidad que desarrollamos con cada uno si nos tomamos el tiempo de hablar cada vez que regresamos a la base.

Eternal Strands mezcla varios géneros y está inspirado en títulos como Dragon Age, The Legend of Zelda: Breath of the Wild y Shadow of the Colossus, por eso es que su ritmo de juego es más de acción y aventura, pero con un componente sandbox que realmente no lo esperaba (y no lo digo en el buen sentido), sumado a un sistema de combate que es funcional y dentro de todo original en papel, pero no tan entretenido -ni muchos menos adictivo- en la práctica.

Nuestras herramientas de pelea serán la espada y escudo, arma de doble mano y arco por el lado de lo físico, mientras que hechizos de fuego, hielo y telequinesis serán la contraparte mágica. Ambos son necesarios y complementarios de la misma manera que lo son en juegos como Bioshock o Clive Barker’s Undying y es muy difícil vencer a enemigos de tamaño regular y mucho menos a los gigantes sin usar ambos, dependiendo de la vulnerabilidad de cada uno.

Al contar con constructos al estilo Shadow of the Colossus, muchos de los enfrentamientos los podremos combatir a distancia con magia o flechas, pero en otras ocasiones será mucho más conveniente subirnos a estos gigantes y pegarles con la espada en sus puntos más débiles para quitarles su armadura. A pesar de que uno no siempre se anima a acercarse (sobre todo cuando tenemos pocas pociones), prueba y error es parte de Eternal Strands, más allá de que a veces los errores se pagan caro.

Si bien Eternal Strands no es un rogue-lite ni mucho menos, es sumamente raro y hasta se siente fuera de lugar que cada vez que estemos por morir en una incursión (y nos rescate la líder del grupo), regresemos a la base pero solo podamos conservar una cantidad limitada de los recursos recogidos. En este sentido, se siente más como un juego de extracción ya que el hecho de «morir» nos penaliza demasiado y es un tanto desconcertante que el estudio haya elegido esta modalidad de juego.

Si bien el objetivo principal es cumplir los diferentes objetivos dado por los miembros del grupo e ir descubriendo nuevos portales para luego comenzar desde allí, los mapas de Eternal Strands son de alguna manera similar a los de Sniper Elite (del 3 en adelante) o el shooter roguelite Witchfire, por poner un par de ejemplos. Se presentan con dimensiones bastante extensas, con varios caminos por recorrer y bastante loot por recoger.

Sí debo hacer hincapié en que la experiencia de juego, más allá de tener un bichito como guía (con un cooldown innecesariamente excesivo) similar al viento de Ghost of Tsushima o el marcador del Dead Space, se asemeja más a la de un juego old-school que a un juego moderno, ya que la guía nos ayuda hasta cierto punto y deberemos recorrer el mapa guiándonos con lo poco o mucho que se menciona en nuestro diario de misiones, y con el botón del mapa propiamente dicho.

Similar a los últimos Zelda e Immortals Fenyx Rising, nuestra heroína cuenta con una barra de resistencia tanto para el combate para a cuerpo como para escalar literalmente cualquier lugar del mapa. La verticalidad juego un factor importante tanto para la exploración como para matar los colosos, por eso es que administrar bien esta barra de stamina es importante, pero no de manera tan rigurosa como uno podría imaginar.

Asimismo, los hechizos también cuenta con su propia barra de cooldown, ya sean los de fuego, hielo o telequinesis y esta sí es importante saber administrarla, o al menos no derrocharla innecesariamente. En caso de gastar la barra completa en un lugar concentrado, podría ser hasta contraproducente ya que demasiado hielo o fuego nos puede comenzar a quitar vida si no somos cuidadosos.

Al margen de la habilidad de cada jugador y cómo sepan administrar estos recursos, lo que más me llamó la atención de Eternal Strands es cómo algunas misiones tempranas nos permiten completarlas de diferentes maneras. Por poner un ejemplo, en una misión tenía que recoger un objeto y estaba todo el área congelada, lo cual se me hacía posible entrar sin la protección adecuada.

Luego de regresar al campamento, los diferentes miembros de los Weavers sugieren diferentes acercamientos o estrategias. Uno es construir una armadura con resistencia al hielo, otra es derrotar a un dragón para obtener su poder de fuego y eliminar el hielo, y una última es actualizar la estructura del mago de turno para obtener pociones de resistencia de hielo y/o fuego, que fue lo que terminé eligiendo porque en ese momento era lo más sencillo y rápido.

Si bien otros juegos ya cuenta con mecánicas de supervivencia similares, estas opciones para poder avanzar en una misión definitivamente es uno de los puntos positivos y originales de Eternal Strands y se dan en más de una oportunidad con ambas elementos (fuego y hielo).

Los gráficos, utilizando Unreal Engine 5, lógicamente tienen una estética similar a los juegos ya mencionados (The Legend of Zelda: Breath of the Wild e Immortals Fenyx Rising), con un poco de Kena: Bridge Of Spirits. El diseño de los escenarios por lo general y sus texturas son un tanto minimalistas, pero compensa con la gran ambientación que tiene, sobre todo a distancia cuando se nos presenta una nueva zona.

El minimalismo visual de ciertos elementos se debe a que una porción del escenario, su estructuras y fauna, se puede destruir para recolectar diferentes recursos, ya sean roca, árboles, casa de madera o interiores de castillos del mismo material. Elegir qué llevar con nosotros es esencial según los ítems que queramos creare o actualizar en el herrero, o en última instancia juntar los de mayor valor de reciclaje, que es básicamente la moneda corriente para actualizar los refugios de cada NPC que nos brindan mejoras de todo tipo.

La optimización podría ser un poco mejor pero definitivamente no hay problemas de stuttering (hay una breve precarga de shaders) como en otros títulos como Unreal Engine 5, además de contar con DLSS y Frame Generation, lo cual aumenta muchísimo los FPS con una penalidad de latencia prácticamente imperceptible, incluso jugando Eternal Strands en una pantalla de 60 Hz (como siempre, es recomendable forzar V-Sync desde el panel de Panel si usan Frame Generation).

En pocas palabras, el título debut de Yellow Brick Games podría haber sido mucho más de lo que es si hubieran expandido o explotado aún más algunas de sus originales mecánicas o forma de resolver algunas misiones o puzzles, pero lo que más esperaba era un combate dinámico y entretenido y en ese sentido no es lo que esperaba (mucho menos a la hora de pelear contra los constructos). Aún así, si tienen Game Pass, definitivamente le daría una oportunidad, o al menos probaría la demo para que vean si el ritmo y estilo de juego es lo que se acomoda a sus gustos.

Este análisis de Eternal Strands fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Yellow Brick Games.