Cuando GRIS se lanzó en diciembre de un ya lejano 2018 nuevamente se planteó el debate recurrente en la comunidad del gaming: ¿Los videojuegos pueden ser considerados arte? La naturaleza de ese lanzamiento, con una estética que parecía literalmente un cuadro de museo en movimiento, indicaría que podíamos dar un paso más en sentido afirmativo a dicha pregunta. Pero un videojuego no puede sostenerse solo con una cara bonita, y es por eso que GRIS no me terminó de cerrar en aquel momento. No quiero que se me malinterprete, sigue siendo un excelente juego al cual, en mi opinión, le faltó una vuelta de tuerca de game design.

Pero eso pasó hace ya seis años, y ahora los desarrolladores españoles de Nomada Studio nos presentan Neva, una propuesta que parecería seguir la misma línea que GRIS, pero además, a simple vista, resolvería el gran problema que tuve con ese mismo título. Pequeño spoiler del review: diría que, en gran parte, lo lograron. Pero no nos adelantemos tampoco, que hay bastante para analizar.

La primera cinemática con la que nos encontramos al arrancar una nueva partida va directo al hueso. Alba, la heroína de esta historia, se encuentra luchando contra una misteriosa plaga que está destruyendo el bosque y todo ser que habita en él, todo acompañado de su fiel loba y su pequeño cachorro. El desenlace es tanto dramático como trágico: la plaga es detenida al menos por ahora, pero la loba que acompaña a nuestra protagonista se sacrifica para lograrlo, dejando huérfano a su cría.

Es ahí cuando tomamos el control de Alba, ahora cuidando de una pequeñísima Neva la cual disfruta de corretear por el bosque en busca de deliciosos frutos para alimentarse y amigos silvestres con los cuales divertirse. Aunque la felicidad dura muy poco ya que la misteriosa calamidad resurge para poner en peligro a la naturaleza una vez más, por lo que nuestro flamante dúo se pone en acción de inmediato para detenerla.

Cada capítulo de esta historia está dividido en las estaciones del año, comenzando por verano hasta llegar a la próxima primavera. Cómo mencioné anteriormente, Neva todavía es simplemente una cachorra y Alba tendrá que ayudarla a cruzar el a veces difícil terreno con el cual nos topamos, así como cuidarla del ataque de nuestros enemigos enmascarados que buscan alimentarse de su vitalidad.

En esta primera sección la jugabilidad es un tanto simple y un buen tutorial de lo que podemos hacer con Alba: por un lado, una movilidad versátil desde el comienzo, con un doble salto que puede combinarse con un dash tanto terrestre como aéreo, y por el otro utilizar nuestra espada en un sistema de combate bastante simple basado en golpear y esquivar, sin más.

Tendremos tres vidas que, a su vez, están divididas en seis partes cada una. Cuando somos golpeados o caemos al vacío, perdemos una vida. Pero si logramos pegarle seis veces a un enemigo, recuperaremos una vida completa. Un sistema sencillo que agrega un desafío extra que no sea simplemente mashear botones cada vez que nos encontremos con un bicho distinto, ya que sólo tres ataques mal esquivados pueden mandarnos sin escala al último checkpoint.

Con el transcurrir de las estaciones, nuestra peluda compañera va creciendo y así adquiriendo nuevos movimientos que nos ayudan tanto a atravesar el bosque como combatir a nuestros parasitarios enemigos. Esto va desde iluminar ambientes oscuros, lanzarla en distintas direcciones para alcanzar ciertos objetivos y así completar puzzles, o inmovilizar monstruos para poder atacarlos con más facilidad.

Esto hace que la progresión se sienta realmente natural, integrada a la historia de manera orgánica basada en un principio muy obvio: Neva crece, y si crece puede hacer más cosas y ayudarnos de manera más eficaz. Por otro lado, Neva es la única que tendrá cierta evolución con respecto a sus habilidades, mientras que Alba siempre contará con el mismo pool de movimientos. En otras circunstancias esto último parecería ser un poco decepcionante, pero teniendo en cuenta la corta duración del título (siendo de aproximadamente 3 a 4 horas) no me parece algo tan grave. Además, el juego se llama Neva, no Alba, ¿verdad?

Dejando de lado el pésimo chiste, diría que Nomada Studio dió ciertamente un paso hacia el lado correcto con tratar de agregar un poco más de interactividad en el bellísimo mundo que crearon. Es decir, esta vez tuvieron más en cuenta que del otro lado de la pantalla hay una persona con un joystick en la mano. Es cierto que el plataformeo es bastante básico y que el combate lo es aún más, pero no llega a ser tedioso ni repetitivo, y en los últimos niveles puede ser hasta desafiante intentar conseguir todos los coleccionables que se encuentran escondidos en cada escenario.

Así como lo fue en GRIS, lo que captura toda la atención en Neva es el apartado artístico. Todos y cada uno de los escenarios son algo realmente deslumbrante de ver, y créanme que las imágenes en este análisis no terminan de hacerle justicia a lo maravilloso que es de principio a fin.

Los colores vibrantes y variados de los paisajes en cada una de las estaciones transforman el mundo de Neva en una paleta viva que parece cobrar vida ante nuestros ojos. La iluminación es sencillamente increíble, añadiendo una profundidad y una atmósfera únicas que resaltan los detalles en cada escena, sin mencionar el efecto parallax para los fondos increíblemente logrado. La combinación de todos estos aspectos demuestran el nivel de dedicación y maestría que tiene Nomada Studio con respecto al diseño visual, de lo mejor visto en años.

La historia de Neva se desarrolla de forma tan clara y emotiva que no necesita de diálogos. El storytelling es puramente visual, y la única palabra que escucharemos será Alba gritando una y otra vez el nombre de su noble compañera. No nos dicen mucho acerca de su mundo, de este misterioso enemigo al que nos enfrentamos, y mucho menos de quienes son estos personajes realmente, pero este tipo de ambigüedad es bienvenida para permitir al jugador completar los espacios vacíos con sus propias interpretaciones al igual que en GRIS.

Aún así, mientras que el contexto es vago y misterioso, el guión termina siendo un tanto predecible, con escenas que utilizan los típicos elementos emotivos para llegar al corazón de los jugadores que no terminaron de cerrarme del todo. Ya de por si es una historia trágica, y lo sabemos desde la primera secuencia que vemos al empezar la partida, pero hay elementos argumentales que se presentan cerca del último acto que se sienten desconectados, con el único propósito de hacernos derramar alguna que otra lágrima de forma barata.

Por último, siempre me gusta destacar las opciones de accesibilidad, y en Neva estas se hacen presentes mediante un “Modo Historia” para aquellos que quieren centrarse en ese aspecto del juego de una forma más relajada. En dicho modo no tendremos que preocuparnos por el daño recibido y habrán ayudas visuales para completar las partes de plataformas. Hubiera sido genial agregar alguna opción para desactivar la niebla en ciertas partes en las que la visibilidad puede tornarse un problema para ciertos jugadores.

En conclusión, Neva termina demostrando que Nomada Studio aprendió de la experiencia de GRIS y ha logrado mejorar la interacción del jugador con los hermosos mundos que son capaces de crear. Es cierto que la jugabilidad sigue siendo demasiado simple, con mecánicas sumamente básicas, pero que se sienten bien integradas en la historia y al desarrollo de la relación entre Alba y Neva.

Visualmente, es una joya que reafirma el compromiso del estudio con la estética y el arte en movimiento. En esto seguirán siendo de los mejores en la industria independiente. Quizás no sea la experiencia más divertida del mundo, pero la realidad es que tampoco pretende llegar a serlo. Aún así, estamos hablando de videojuegos, y quizás tengan que seguir trabajando en cómo abordar la interactividad en futuros títulos.

Este análisis de NEVA fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Devolver Digital/Nomada Studio.

NEVA - Review
Historia70%
Gameplay70%
Gráficos100%
Música y Sonidos80%
Optimización90%
Precio85%
Lo bueno:
  • Un apartado artístico sobresaliente, con escenarios que parecen una auténtica obra de museo.
  • Historia sencilla y conmovedora, con algunas ambigüedades que quedan a libre interpretación del jugador
  • La progresión de habilidades de Neva se siente orgánica y bien enganchada con la trama.
Lo malo:
  • Aunque hay mejoras en la jugabilidad, todavía sigue siendo demasiado simple.
  • A veces el guión cae en algún que otro cliché que lleva a momentos predecibles cerca del último acto.
  • Podría haber alguna que otra opción más de accesibilidad.
80%Nota Final
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