Ghost Trick: Phantom Detective – Review

Volvamos un poco a la primer década del siglo, precisamente a sus últimos años. La Nintendo DS era un total y completo éxito, y con cerca de 150 millones de unidades vendidas dominaba el mercado de las portátiles. Sin embargo, con su sucesora ya anunciada la última tanda de juegos no fue tan exitosa. Entre esos juegos estaba el último juego de Capcom para esta plataforma: Ghost Trick: Phantom Detective, que fue lanzado a la venta en junio del 2010 de forma exclusiva para esta consola y unos meses después para dispositivos iOS.

Si bien no hay números oficiales de ventas, Ghost Trick es un juego que muy poca gente logró disfrutar. No es para nada inusual que alguien no quiera invertir más en una consola “vieja” con su sucesora ya anunciada -eso que la Nintendo 3DS corría juegos de DS- , y más aún estos juegos que no son de una franquicia ni de un género mainstream. Sin embargo, lo jugué ni bien salió, me pareció increíble, y me encargue (sin éxito) de esparcir la palabra por muchísimos años. Que lo hayan relanzado para PC y consolas modernas viene como anillo al dedo para seguir esparciendo el buen comentario, pero esta vez en HD y con un par de extras.

Para el que no está al tanto, Ghost Trick es un juego de puzzles con elementos leves de visual novel. Nada que ver al puzzle game promedio que se les ocurre, ni a lo que sería un Professor Layton. Tiene mecánicas super originales para el año en el que salió, y hasta el día de la fecha no se me ocurre ningún otro juego que haya intentado hacer algo similar.

En resumen, y tal como el título del juego lo dice, tomamos el rol de un espíritu que tiene el poder de poseer objetos inanimados. Paraguas, cortinas, ventiladores, cosas por el estilo. Al poseerlos podemos iniciar una acción propia de tal objeto, es decir, podemos hacer que un ventilador gire o que una luz se prenda/apague. Se darán cuenta que los puzzles a resolver son usando estos poderes, claro. Pero lo interesante no termina ahí. Nuestro protagonista tiene un segundo poder, que es aquel de volver el tiempo atrás 4 minutos antes de que muera alguien. Hacemos 1+1, y los puzzles a resolver consisten en buscar formas de evitar que un personaje muera manipulando objetos a su alrededor.

Es decir, para que se imaginen el desarrollo de un capítulo, cada caso suele comenzar con algo de plot. Diálogos, desarrollo de personajes y, previo al puzzle, siempre descubrimos que alguien murió. Una vez que encontramos a la víctima, podemos acercarnos a ella saltando de objeto en objeto para así hablar con su espíritu. Dicha ente nos da un par de datos clave en su asesinato y después comenzamos el puzzle real viajando en el tiempo. Primero vemos la recreación total de su muerte, y después la recreamos incontables veces hasta que sepamos cómo evitarla. La mayoría de las veces es gracioso ver qué hechos completamente “comunes” pueden alterar la vida de cada personaje. Para darles un ejemplo, ya en el primer capítulo podemos controlar una guitarra para evitar que alguien dispare una pistola. Más adelante, un paso en uno de los puzzles involucra girar un globo terráqueo para que, después de todo un proceso, un señor recupere la medicina que se le había caído.

La primera vez que lo jugué, hace más de 10 años, lo encontré como una obra maestra. No solo las mecánicas eran algo completamente nuevo y original, sino que su uso es tan bueno que en ningún momento deja de ser divertido. Lamentablemente, esta segunda vez que lo jugué -y esta vez de adulto que se dedica a analizar juegos- le encontré algún que otro error. Mínimos, pero los encontré.

Si bien el diseño de niveles es muy bueno, noté más de una vez que muchas veces no hace falta pensar mucho qué hay que hacer para avanzar. Más que nada porque hay pocos objetos para poseer. Esto es más evidente en la primera mitad, en donde el camino a seguir está prácticamente armado frente a nuestros ojos. Ya en la segunda mitad empiezan a poner objetos que tal vez cumplen una función o pueden activarse pero que no son necesarios para llegar a la solución del puzzle, haciendo que desactivemos el piloto automático que el juego nos acostumbró a tener en varios capítulos para que tengamos que pensar un poco más. Ojo, no estoy diciendo que es malo en lo absoluto, la diversión sigue ahí por más fácil que sean algunos escenarios.

Aproximadamente en ¾ del juego se lleva a cabo un suceso que es algo tan bueno como malo. se agrega una mecánica nueva, un nuevo poder. Es bueno porque le sube el nivel de complejidad a cada puzzle, y si bien el juego en ningún momento se vuelve repetitivo, logra alejarlo más aún de la saturación que podríamos llegar a sentir. ¿Por qué digo que es malo? Porque se agrega muy tarde, y es una mecánica que podría haber sumado muchísimo.

Dejando el gameplay (y el contenido adicional, charlado abajo) de lado, la verdad que es todo muy bueno. Visualmente tal vez hoy por hoy no impacte tanto como en su momento, los estilos artísticos del gaming son cada vez más variados y cada vez hay más experimentos increíbles, pero no quita que tenga un aspecto visual muy bueno. Los personajes y la historia son ambos muy buenos incluso con los estándares de hoy. Los plot twists siguen muy bien manejados, los personajes son super carismáticos y están animados de maneras muy particulares, algo que logra transmitir aún más su personalidad. No tiene problemas de pacing y sí tiene una duración digna para el tipo de juego que es (aproximadamente 10 horas).

Como remaster deja un poco que desear. Si bien salió a precio reducido (US$ 30 en Estados Unidos, la mitad de lo que sale un juego promedio y 10 menos de lo que salen otros remasters), hay pocas cosas adicionales y las que están se sienten medio flojas. Para empezar, el juego en sí no se puede jugar en 16:9, sino que mantiene el ratio de una pantalla de Nintendo DS con franjas con información en ambos costados, cosa que me pareció rarísimo. Calculo que las mecánicas y el aspecto visual debe estar fuertemente vinculado a lo que entraba en la pantalla de la DS, pero no quita que sea raro. Si no me equivoco, los assets en sí son los mismos pero esta vez en muchísima mejor resolución, algo que ya se había visto en la versión de iOS a comparación de la de DS.

El contenido adicional, como dije recién, tampoco es la gran cosa. Por un lado, hay un modo galería que tiene ilustraciones de todo tipo, siendo las más interesantes de ellas los diseños previos de todos los personajes. También se puede escuchar la música del juego. Yo suelo adorar los modos galería en estas remasterizaciones de Capcom, pero esta vez no solo se siente inferior a los demás por una cuestión de que tampoco hay tanto para meter, sino que la presentación en sí no lo hace sentir nada especial.

Sacando la galería, también hay dos cosas más igual de medio pelo. Por un lado hay desafíos ingame, que también actúan como achievements, y son medio tontos. Piden cosas como “ganar X capitulo sin fracasar”, algo que no tiene sentido en un juego de puzzles puesto que una vez que sabés la solución, basta con rejugarlo rápido para que salga. Por otro lado, está el Ghost Puzzle, algo que no estaba en la versión original de Nintendo DS pero sí en la de iOS. Literalmente son rompecabezas deslizantes, esos en los que hay que mover de a una pieza. Es como si fuera un minijuego flash de NewGrounds. Rarísimo y pobre adicional.

En conclusión, tanto ahora como hace 10 años, recomiendo fuertemente que jueguen Ghost Trick. No se si esta versión, es decir, está buena, cumple el objetivo de que la gente pueda tener una versión más a mano hoy en día, pero se siente más como un rerelease barato que como un producto nuevo. Es un juego corto, pero muy original y divertido. Ideal para cortar con lo que juegan a diario para jugar algo verdaderamente distinto.

Este análisis fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Capcom.