Tras la llegada de la cuarta entrega de Sniper Elite, se dejaba ver que a Rebellion le empezaban a faltar ideas y/o presupuesto para llevar a la serie a nuevos rumbos. Esto es un síndrome por el que suelen pasar los publisher de escala intermedia que no pueden alcanzar las exigencias de una industria que no para de llevar las cosas a un nuevo límite.

Por suerte, antes de llegar a Sniper Elite 4, Rebellion logró reciclar tecnología y desarrollo de títulos anteriores para llevar la serie a una nueva propuesta, aunque poco revolucionaria: un shooter de zombies nazi que aprovecha las bondades de Sniper Elite 3 para contar una nueva historia alternativa de terror. Pasaron más de 5 años de aquella trilogía autoconclusiva y el publisher vuelve a sondear el terreno con Zombie Army 4: Dead War.

Al igual que su antecesor, esta segunda entrega (es el 4 porque la trilogía incluye dos primeras entregas de Nazi Zombie Army, unos DLCs de Sniper Elite V2, y una tercera entrega exclusiva) sumerge a los jugadores en una Segunda Guerra Mundial alternativa en donde Hitler y sus secuaces han logrado dominar la habilidad de resucitar muertos y volverlos a su favor. Un grupo de sobrevivientes y mercenarios no se dan por vencidos y deciden formar una milicia secreta que busca diezmar este diabólico ejército a través de diferentes partes de Europa, atravesando lugares clave para finalmente lograr vencer a Zombie Hitler, pero una nueva amenaza ha vuelto a resucitar a los muertos.

En esta ocasión, el título nos lleva a través de diferentes países del sur de Europa, repitiendo la fórmula de juego cooperativo entre cuatro jugadores, e implementando las clásicas mecánicas de gameplay que caracterizan tanto a la serie principal de Sniper Elite, como a las del género de acción por hordas. Y eso es prácticamente todo lo que tiene para ofrecer.

Zombie Army 4 se apoya en exactamente todo lo que esperamos de un título de este estilo, pero no lo hace de una manera lo suficientemente interesante como para mantenernos jugando, relegando todo el entusiasmo por revivirlo en el solo hecho de poder jugarlo con amigos.

En general, el diseño de niveles no está del todo mal, pero suelen inclinarse mucho para el lado de los pasillos amplios para poder disfrutarlo con otros tres compañeros, y en el truco barato de los “choke points” o efecto embudo, que mete a todos los enemigos en determinados pasadizos para que podamos aprovechar y masacrarlos, invocando a una falsa sensación de satisfacción primitiva, similar a la de reventar burbujas de aire de los nylons protectores de productos.

Tratando de evitar la monotonía, el estudio implementó un extenso árbol de habilidades que modifican las capacidades de nuestro personajes de manera palpable, pero sigue dentro de los márgenes de lo genérico. También se apoyaron en la idea de los coleccionables para ir destrabando items estéticos para cada uno de los héroes, pero una vez más, no aporta mucho a lo que termina siendo la experiencia en general.

Igualmente, no todo es malo o roza la intrascendencia en esta entrega, porque -por suerte- mantiene lo mismo que sigue dándole vida a Sniper Elite: la inmediata satisfacción de parecer un gran francotirador.

Es algo que no envejece nunca. Poder jugar a que le apuntamos a la cabeza a cualquier tipo de ser viviente (o al menos con señales de vida) a una distancia de la que sería incapaz de vernos, darle click izquierdo al mouse, y ver inmediatamente el resultado de una cabeza explotando en decenas de pedazos, jamás se desgasta. Claro está, esto está exacerbado por la inagotable cámara de “rayos X” que es marca registrada del estudio, que de tanto en tanto nos muestra los interiores de estos seres, también en cámara lenta, para caer en un inevitable suspiro de satisfacción que se repite una y otra vez en la aventura, y nunca pierde la gracia.

Las buenas intenciones están ahí, porque Zombie Army 4 no se queda en solo complacer al más fanático de la serie a la que hace referencia, sino que logra construir momentos de horda que bien hacen pasar unos vertiginosos momentos de desesperación.

Gráficamente no deja nada que desear. Los modelos de los enemigos son realmente brillantes y hay una variedad de zombies comunes que le da una naturalidad nunca vista en el género. Los enemigos especiales también tienen su propia personalidad y están diseñados como Turtle Rock nos enseñó que se debía trabajar para identificar a los enemigos a gran distancia, a través de su silueta, en Left 4 Dead. Hay un gran trabajo en lograr que Zombie Army sea distinguible del resto, y lo logran con creces.

Los escenarios, a pesar de la casi total ausencia de una lógica de diseño inteligente, suelen destacarse por la gran cantidad de detalles que ofrecen, simulando las consecuencias de una guerra pero con un tono de película clase B que le da una personalidad única. La iluminación es artística y atractiva, y suele lograr una atmósfera muy interesante al ver cómo aparecen los no-muertos a través de huecos y rincones de las ciudades abandonadas.

El motor Asura, propietario de Rebellion, que viene siendo parte de la franquicia desde sus inicios y se remonta hasta el lanzamiento del primer Alien vs Predator, sigue siendo uno de los motores con mayor escalabilidad del mercado, y a pesar de sus modestos avances tecnológicos a través de los años, siempre logran acomodarlo para cumplir con las exigencias de la generación en la que son lanzados los títulos.

Como en casi todas las entregas basadas en este motor, Zombie Army 4 propone una optimización realmente excepcional, balanceando las exigencias artísticas del estudio con la idea de un gameplay fluido y vertiginoso, muy en la línea filosófica de lo que siempre ha propuesta Activision para los modos multijugador de Call of Duty. Igualmente, este juego ofrece texturas de altísima frecuencia y físicas en casi todo lo que se puede ver en pantalla, incluyendo un sistema de desmembramiento lo suficientemente complejo como para sentirse actual sin impactar en el rendimiento general del render.

El aspecto sonoro -como en otros juegos del publisher- no corre con la misma suerte. Ya es tradición que Rebellion no ofrezca las mejores actuaciones de voz, y la banda sonora suele interferir bastante con la placentera experiencia de volar cráneos, pero a esta altura ya puede considerarse una cuestión característica más que un traspié de desarrollo.

A fin de cuentas, Zombie Army 4 pasará sin pena ni gloria y ni aun reuniendo a 3 amigos para jugarlo, termina de ofrecer entretenimiento suficiente como para seguir jugándolo. Quizá lo mejor que ha podido hacer Rebellion es planear una campaña de post lanzamiento realmente extensa y llena de contenido, por lo que aún queda la esperanza de que logren un éxito póstumo al nivel de lo que ha logrado Techland con Dying Light, pero claro está, ese otro juego de zombies apuesta un poco más por la innovación y la complejidad de sus sistemas que este nuevo spin-off de Sniper Elite.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Rebellion.

Zombie Army 4: Dead War - Review
Historia60%
Gameplay70%
Gráficos85%
Música y Sonidos70%
Lo bueno:
  • Efectivo refrito de la formula Sniper Elite
  • Muy buena optimizacion
  • El Sistema de Personalización de habilidades y armas
Lo malo:
  • Repetitivo y monótono como pocos
  • No agrega nada interesante a la fórmula
  • El apartado sonoro suele ser irritante
70%Nota Final
Puntuación de los lectores: (6 Voto)
50%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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