Como es bien sabido, la marca Aerocool ofrece uno de los más extensos y variados catálogos de gabinetes del mercado, y en esta ocasión nos tocó analizar las características de la versión más RGB de su mid-tower Quartz, que además de ofrecer los tres clásicos fans frontales, incorpora un hub controlador para poder decidir el tipo de iluminación que vamos a llevar en nuestros sistemas.

El Quartz RGB es un gabinete mid-tower de manual, de líneas minimalistas y con conceptos encontrados en otros grandes exitosos del segmento como el 400C de Corsair, con la diferencia que este chasis está construido en gran parte con chapa y vidrio, dejando de lado carcasas plásticas que dan una sensación de poca calidad.

Para darle una fuerte presencia a la caja -construida en cartón de altísimo gramaje- Aerocool optó por una impresión negativa en negro, con solo un resaltado en colores para el logo de iluminación RGB.  Se pueden leer todas las caracteristicas del chasis en cuestión y la aclaración de que este gabinete incluye los tres fans frontales RGB de 120mm, y el hub oficial H1 de la marca. No menciona que además de esos tres, incluye un fan estándar trasero, también de 140mm, pero se entiende que se trata de una característica básica que debería ser incluida en todos los modelos.

Ni bien sale de la caja podemos notar que, efectivamente, se parece mucho al 400C de Corsair, sobre todo por la forma del shroud de fuente (aunque este es de chapa y está fijado al resto del chasis) y la parte superior que también incluye un amplio filtro magnético para la entrada de aire, donde se puede alojar un radiador de hasta 360mm. También se diferencia en que el panel lateral visible es de vidrio templado y no cuenta con bisagras, sino que optaron por sostenerlos con tornillos manuales de bajo perfil.

En el frente nos encontramos con otro brillante panel de vidrio templado, a través del cual se pueden ver los tres fans RGB, presentando también pequeños márgenes (de menos de 8mm en cada uno de sus lados) para oficiar de toma de aire y así respaldar el propósito de esos ventiladores. Es de recriminar la ausencia de un filtro para esta amplia entrada de aire, pero se entiende que el sacrificio de cualquier tipo de panel microperforado es en pos de mantener una visual clara de la iluminación que caracteriza a este gabinete.

Por sobre este frente se encuentra el panel de botones y puertos USB frontales, que para esta ocasión tenemos dos USB 2.0, un USB 3.0, los leds de encendido y lectura, enchufes para audio frontal, y los botones de encendido y reinicio. La calidad de los switches parece ser muy buena y los puertos USB están construidos metal de alta dureza para la estructura de la masa, lo cual indica una larga expectativa de durabilidad.

Al igual que el modelo con el que lo venimos comparando, el panel que se encuentra detrás de todo el sistema es metálico, pero para este modelo se optó por utilizar el tradicional sistema de deslizamiento que lo traba y posiciona en el lugar que corresponde, sujetado por otros dos tornillos manuales de menor tamaño.

La estructura general es robusta y no presenta partes delgadas suceptibles a hacer ruidos metálicos cuando los fans se ponen a toda marcha. Al acceder por la parte trasera podemos notar que dentro del shroud de la fuente también encontramos dos bahías de drives de 3.5 pulgadas, complementando a las dos bases traseras para drives de 2.5 pulgadas. En este sector también nos encontramos con el hub controlador de los fans P7-H1, para el que debemos utilizar el software P7-S1 (Proyecto 7-Software 1) con el que podremos determinar efectos, velocidad del efectos, e intensidad de la iluminación, de forma independiente para cada uno de sus cinco slots.

Los fans incluidos P7-F12 de 120mm son de alta presión estática, con paletas translúcidas de un diseño agresivo, que llevan los modernos deflectores que están incorporando otras marcas para bajar el nivel de ruido de fricción de aire. Gracias a esto y a la iluminación mediante LEDs colocados en el centro del ventilador, el efecto de luz que resulta es parejo, sin puntos oscuros, y responden bien a cualquier configuración dentro de la gama de los 16,8 millones de colores posibles.

En el sector más cercano al frente, el panel que sujeta a la placa madre presenta una gran cantidad de ranuras y agujeros que permiten adaptar cualquier tipo de agregado que se nos ocurra para nuestros equipos, pero particularmente está ideado para ser versátil a la hora de incorporar depósitos de líquido refrigerante en el caso que se quiera construir un loop personalizado. Si bien se trata de un mid-tower con un alojamiento limitado, la versatilidad de estas propuestas permiten conjugar un set de diferentes elementos para tener un sistema de alta gama dentro de un lugar compacto, y gracias a todas estas posiblidades de personalización, el Quartz RGB se planta como uno de los mejores candidatos para el segmento.

Dando mayores señales de esta mencionada versatilidad, el shroud presenta tres cortes en los lugares ideales para poder pasar los cables de la zona inferior de la placa madre (USB frontales, audio frontal, header RGB) y el alimentador extra para las placas de video que lo requieran. Por detrás también se puede notar este concepto ya que también presenta cortes para poder hacer ataduras en pos de obtener una mejor administración de cables, algo que si se siente como un paso adelante por sobre la competencia.

Quizá el único punto a reprochar está en que, más allá de presentar las obligatorias gomas de encastre, el panel de vidrio templado no queda sujetado de ninguna manera segura al retirar los tornillos, como pudimos ver en el Cougar Panzer S, que presenta una solución para obligar a inclinarlo a 45º para sacarlo. Algo así, o un sistema de bisagras laterales, hubiera sido ideal para no arriesgarnos a perder un panel por algún descuido.

En definitiva, el diseño del Quartz RGB es conservador pero efectivo, y ha sido construido con una excelente calidad de materiales. Sus líneas minimalistas no hacen más que resaltar la elegancia con la que ha sido concebido, y la ejecución del RGB es ideal para los aficionados que buscan implementar colores en sus equipos pero sin terminar pareciendo un circo. Además, el hub no solo sirve para controlar a los tres fans RGB incluídos, sino que gracias a todos sus puertos y los puentes que se pueden hacer entre diferentes elementos del sistema, se puede personalizar a gusto de cada uno, agregando tiras LED o fans de otras marcas.

Por un valor de no más de 3400 pesos argentinos, este gabinete ofrece todo lo necesario para armar una computadora vistosa y prolija sin necesidad de ser un experto en la materia, y sin fallar en cada una de sus soluciones. Quizá para los más exigentes este sea un gabinete un tanto chico, después de todo es un mid-tower -y además es claramente una revisión de conceptos anteriores- pero para cualquier jugador que tenga sistemas potentes pero nada exorbitantes, cae como anillo al dedo.

Este review fue realizado con un sample proporcionado por Aerocool Argentina.