Motherboard Gigabyte Z390 Aorus Master – Review

Como lo señalamos en el análisis de la placa madre Z390 Pro, la marca Aorus ya cuenta con un catálogo completo de placas basadas en el más reciente chipset Z390 de Intel, y destacamos el trabajo de la marca en su diseño y construcción, pero tuvimos que advertir sobre las poca innovaciones de este nuevo chipset, que a fin de cuentas no obligan a comprar una nueva placa madre.

En esta ocasión nos encontramos con la mother Gigabyte Z390 Aorus Master, que si bien mantiene la estructura general de lo que permite hacer este nuevo modelo de Intel, el fabricante ha sabido incorporar sus propios diferenciales para terminar de conformar uno de los mejores productos que se pueden conseguir en el mercado entusiasta.

Al igual que el resto de esta línea, esta placa viene contenida en un robusto packaging texturado y de impresiones en mate, con algunos relieves en los textos principales. A través de todas sus caras se puede encontrar información sobre las características incluidas en la propuesta y algunas fotos destacadas en hot stamping para poder apreciar el diseño sin tener que hurgar en la caja.

En su interior nos encontramos con la propia placa y un set de accesorios tope de gama como se suele acompañar a este nivel de motherboards, entre los que se encuentran los cables SATA, extensión para header RGB, extensiones para PWM, sensores de temperatura de chasis, velcros para sujetar los manojos, antena para el WiFi, módulo unificador de terminales de panel frontal, manual, disco de drivers y software, calcos señaladores, y hasta un bridge SLI de alto ancho de banda (HB), reclamado en estas propuestas durante mucho tiempo.

• Placa Madre Gigabyte Z390 AORUS Master
• 4x Cables Sata 3 6GB/s
• Manual de usuario
• Guía de instalación
• Antenas Wi-Fi
• Stickers varios
• Tornillos para M2
• Chapa Aorus
• Puente para SLI HB
• Sensores de Temperatura
• Extensiones para LEDs RGB
• Velcros para sujetar cables

Al salir de su envoltura antiestática, la visual de esta placa Master habla por sí sola de las pretensiones hardcore de su diseño: Mucho aluminio cepillado, muchos sectores RGB, y disipadores de VRM que proponen un overclock de altísimos resultados, como bien se especifica en el sitio oficial de la marca.

Gracias al regulador de voltaje de 12 fases y su disipador de múltiples aletas de aluminio (con el diseño Fins Array que caracteriza a la marca), Aorus promete overclocks de más de 5.0GHz en los mejores procesadores intel K, soportado por el correspondiente BIOS dual, y un zócalo extra de alimentación de motherboard de 8 pines, para amplificar la potencia recibida por la fuente y lograr mayor estabilidad. Esto habla a las claras del concepto general de esta placa, que no solo ofrece características de las más modernas, sino también de altas exigencias.

Si bien Aorus ha implementado una solución muy efectiva para poder lograr overclocks realmente excepcionales, todo ese trabajo aún sigue sin dar buenos resultados en los procesadores de 9na generación de Intel, pero no por problemas de diseño en cualquier placa madre de cualquier marca, sino por un cambio en el sistema de disipación de calor de los propios procesadores. Mientras que un Intel Core i7 9700k llega a alcanzar los 90 ºC al conseguir el más alto overclock estable, un Core i7 8700k no supera los 65 ºC en las mismas condiciones.

Estéticamente está muy dentro de las líneas generales de diseño que está utilizando la marca en sus nuevos productos, utilizando la aparición de las placas RTX para unificar todo en un mismo estilo de polígonos irregulares y agresivos, que piden a gritos la aparición de un gabinete de las mismas formas para poder conjugar todo en la misma sintonía.

Para esta visual extravagante y excepcional, Aorus no solo se conformó con desplegar un festival de retroiluminación RGB de LEDs direccionables (esos que permiten hacer olas de colores diferentes o seleccionar sectores para cada color), sino que elevó la apuesta por la manera en la que fueron implementados en el diseño de la placa, con una presentación brillante detrás del shroud del panel IO, que expande sus colores por sobre las aletas del disipador VRM, un efecto similar por entre las capas del disipador de chipset, que además ilumina el tradicional logo de la marca, y sumando una placa de acrílico donde resplandece el logo del exclusivo módulo de audio DAC ESS 9119 SABRE, incorporado al procesador ALC 1220-VB que se ofrece en la gran mayoría de placas madre de la marca.

Contribuyendo a una estética realmente moderna, la Z390 Master también incorpora disipadores térmicos para los tres slots M.2/NVMe (dos de hasta 110mm y uno de hasta 80mm), acabados también en aluminio cepillado. Por otro lado, y como corresponde a esta gama de placas, todos los slots PCI-E y DIMM han sido reforzados en acero inoxidable para evitar roturas, sobre todo a la hora de probar diversos dispositivos que se intercambian con frecuencia. Los cuatro slots DIMM soportan DDR4 de hasta 4266MHz a través de los perfiles XMP incorporados, pero como siempre, se pueden llegar a alcanzar mejores valores si se hacen overclocks manuales.

Como lo mencionamos en el análisis de la Z390 Pro, Intel ha convertido en opcional la implementación de sus nuevas tecnologías WIFI 802.11ac Wave2 CNVi y Bluetooth 5, y como la Master es una placa de alto vuelo, se ha incorporado su respectivo PHY para ofrecer estas dos modernas modalidades de conectividad desde fábrica, sin necesidad de incorporar nada más que la antena incluida. La Wave2 de 802.11ac propone el doble de velocidad que la 802.11ac, y hasta 12 veces más de velocidad que las tradicionales 802.11 bgn a las que estamos acostumbrados, por lo que podemos encontrarnos finalmente con el reemplazo definitivo para el cableado Ethernet que siempre nos obliga a estar cerca de un router o un toma específico.

El software que controla a todo este conglomerado -como siempre- es el conjunto compuesto por RGB Fusion y Smart Fan 5, pero en esta ocasión, además de permitir controlar la iluminación de la placa y los perfiles de los ventiladores de chasis, la Z390 Master ofrece la posibilidad de detener completamente de acuerdo a la información otorgada por los dos sensores de temperatura externa incluidos en la placa.

Exprimiendo al máximo las posibilidades de este chipset, la Master no deja recurso por incorporar adoptando 4 slots USB 3.1 Gen 2 en la parte trasera, dos 3.1 Gen1 y cuatro 2.0, mientras que en el frente se pueden incorporar un 3.1 Gen1, un 3.1 Gen2 y dos 2.0/1.1, convirtiéndose en la placa más completa que hemos podido probar de esta generación.

Aorus suele hacer un excelente trabajo a la hora de diseñar estas placas, siempre buscando la forma de balancear rendimiento y precio para obtener resultados competitivos sin dejar de lado su tradicional nivel de calidad de fabricación, y es por eso que suele tener extensos catálogos de productos apuntados al mismo soporte. La Z390 Master es la mayor expresión de lo que puede ofrecer este chipset (salvando las distancias con la Xtreme, que ofrece dual LAN y electrónica de sonido nivel audiófilo), incluyendo las pocas novedades que ha incorporado Intel (WIFI, Bluetooth y un par de PCI-E lanes libres) junto al resto de las características que ya se podían aprovechar en la Z370, acompañando a algunos elementos exclusivos de la marca que presentan un diferencial difícil de encontrar en otras marcas.

Este review fue realizado con un sample de prensa proporcionado por Gigabyte Argentina. Ante cualquier consulta, pueden leer más detalles sobre los términos de garantía en www.garantiagigabyte.com.ar, o contactase a través de los medios mencionados en este enlace.