Guacamelee! 2 – Review

A cinco años y medio del estreno de su primera entrega, DrinkBox Studios finalmente nos trae la secuela del aclamado Guacamelee!, un metroidvania ovacionado tanto por su sensacional mezcla de acción y plataformas, como también por su impecable apartado audiovisual y su humor tan ácido como extravagante.

Habiéndose estrenado simultáneamente este 21 de agosto tanto en Steam como en Playstation 4, Guacamelee! 2 conserva la fórmula que hizo tan exitoso al juego del 2013. Esto significa la combinación de un puñado de habilidades que sirven tanto para derrotar a enemigos (muchos de ellos con escudos de colores asociados a habilidades especificas), como también para su excelentemente diseñada contraparte de plataformas, pero eso no es todo. La jugabilidad de la serie se complementa y se distingue por la capacidad -y exigencia- de alterar las dimensiones para superar obstáculos o derrotar enemigos -de manera similar al mundo material y espectral Legacy of Kain: Soul Reaver.

Si bien el luchador Juan sigue siendo el personaje principal, su forma pollo toma mucho más protagonismo al recibir no solo la gracia de atacar, sino también un conjunto de poderes que incluyen hacer un dash en forma diagonal (hacia arriba o abajo, que también sirve para atacar y derribar escudos de su respectivo color). planear, hacer un dash horizontal para atacar o acceder a acceso bloqueados, o usar ventiladores para elevarse por los aires.

Además de las ya vistos obstáculos de colores representados por las habilidades que va adquiriendo Juan y el pollo, el elegante diseño de niveles viene acompañado de nuevas variantes en la jugabilidad tales como: símbolos de pájaro para agarrarse de ellos y desplazarnos por el aire; ondas verticales u horizontales corredizas de ambas dimensiones que invaden la pantalla; o lluvias verticales u horizontales que nos hacen flotar y cambian de dirección al alterar la dimensión; rejas con pinchos en las puntas, entre otros.

Todos estos elementos que van incrementándose periódicamente en dificultad y que inclusive se combinan entre sí (tanto para los combates como para los dificultosos obstáculos), hacen que Guacamelee! 2 se sienta más difícil que su antecesor, pero también mucho más gratificante. En muchas oportunidades tendremos que saltar cambiando de Juan al pollo (o viceversa) mientras alteramos dimensiones y utilizamos algunos de las habilidades de cualquiera de los dos personajes para superar complejas obstrucciones.

Contrario a su primera iteración, Juan podrá adquirir nuevos movimientos de lucha y actualizaciones para vida o resistencia (representada por círculos amarillos para el uso de habilidades), para hacer que los enfrentamientos sean menos dificultosos. Estos se adquieren a través de cuatro diferentes entrenadores con la moneda corriente del juego, otorgada por enemigos, cofres, o tras completar tutoriales de combos de alguno de los instructores.

Al igual que en juegos como Bulletstorm o Assassin’s Creed Syndicate, las actualizaciones vienen atadas a pre-requisitos para desbloquearlos, de modo que habrá que revisar de vez en cuando la pantalla de upgrades. Al completar las ocho habilidades o mejoras de un rama, podremos desbloquear un noveno upgrade que en algunos casos serán sumamente útiles (como el de recargar vida y stamina en cualquier momento).

Mientras que Guacamelee! 2 es perfectamente jugable con teclado, no cabe duda que jugarlo con gamepad desde un principio dará sus frutos al llegar a las últimas instancias del juego -sobre todo los últimos cuatro desafíos del pollo. Pero sin importar el esquema de controles, la dificultad de los combates en modo normal y sobre todo aquella de los jefes, al primero que su previa iteración, suele estar un poco desfasada con respecto al traversal general del juego. Es una pena que la dificultad difícil se desbloquee luego de terminar el juego en normal, dado que jugarlo en díficil haría un mejor balance entre ambos aspectos.

Si bien Guacamelee 2! es una secuela, DrinkBox logró resumir los acontecimientos de su predecesor con simpleza y estilo, mediante una breve cinemática y lucha contra el jefe Calaca. En esta continuación, Salvador será el antagonista, quien precisa de un guacamole especial para curar su enfermedad, y para ellos precisará obtener tres reliquias sagradas. Por supuesto, Salvador estará acompañado de peculiares lacayos, que también se presentarán como jefes.

Como era de esperarse, Guacamelee 2! es un metroidvania con una narrativa enfocada en un solo objetivo, pero esto no significa que hablar con los habitantes de los pueblos sea en vano. Al entrar a las casas de las diferentes aldeas nos encontraremos con individuos del mundo de los vivos que están buscando objetos o familiares perdidos, o inclusive a sus seres queridos que han fallecido, y nuestra tarea será de la encontrarlos y comunicarles las palabras de aquellos que se encuentran en el mundo de los muertos.

Quizás este suene un poco oscuro y triste en papel, pero tratándose de Guacamelee!, se imaginarán todo está ejecutado con escenas de comedia tras alterar las dimensiones en repetidas ocasiones. Ya sea conociendo personajes peculiares como luchadores pidiéndonos que hagamos despliegues de nuestras habilidades, o hasta un personaje mafioso al estilo El Padrino, estas «quests secundarias» nos darán paso a cofres con oro que nunca están de más para actualizar las habilidades de Juan o su forma Pollo.

Fiel a tu espíritu, G2 presenta decenas de easters eggs que hacen referencia a películas, videojuegos y series de TV. Desde carteles de He-Man, Black Panther, Metal Gear, los clásicos Memes y referencias a Playeruknow’s Battlegrounds, hasta el Bonus Stage de Street Fighter II y una dimensión con la temática de Limbo, G2 nos hará sacar aire por la nariz en más de una oportunidad. Los diálogos -o mónologos- continuan siendo tan retorcidos como graciosos. Algunos explícitos, otros no tanto, pero no hay dudas de que el guion aún con su simpleza, locura y extravagancia, es sumamente cómico y único en su estilo.

La música es otro de los puntos fuertes de Guacamelee 2!, la cual conserva las melodías clásicas de Pueblucho y ciertos enfrentamientos con jefes de la primera entrega, pero agregando sensacionales melodías tanto para las diferentes zonas del mapa, como también las estúpidamente gloriosas tracks de las secciones exclusivas del pollo (sobre todo la de los Pollos Illuminati).

El apartado gráfico quizás no presente demasiadas diferencias con respecto a la entrega anterior, pero su visual simple minimalista y colorida sigue apelando a cualquier tipo de público. Lo más notable es la actualización del modelado de varios enemigos, lo que nos permite identificar más fácilmente los distintos tipos de enemigos y sus cualidades. Algunos rayos de iluminación se ven más translúcidos y real, acentuando la importancia de las edificaciones y su circunstancia en la historia.

Una vez más, el multiplayer es solo local, aunque ahora para hasta cuatro jugadores. Al igual que en el primero, harán falta jugadores experimentados en el género y los controles para coordinar complejas combinaciones de habilidades y saltos. De lo contrario, el o los jugadores podrán convertirse en una carga más que en una ayuda, llegando a la conclusión de que ambas entregas de la serie se disfrutan más jugando solo.

Más allá del éxito de los aclamados Hollow Knight y Dead Cells, que sin duda se han ganado el corazón de muchos amantes del género, DrinkBox Studios ha logrado traernos una secuela digna de su predecesor, mejorando no sólo las mecánicas y el diseño de niveles que son a su vez complementadas con las nuevas habilidades para el pollo, sino que también han enriqueciendo los combates, la banda sonora y las cuotas de humor. Para quienes hayan jugado Guacamelee! Gold Edition o Super Championship Turbo Edition, Guacamelee 2! quizás se sienta más como una expansión que como un nuevo juego, pero es innegable que la fórmula original es tan impecable como emblemática en el género, y los nuevos cambios potencian esa experiencia aún más.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Drinkbox Studios.