Tras una leve espera, cumpliendo con el lanzamiento de toda una nueva generación de procesadores Intel, EVGA finalmente llega al los modelos de chipset z370 con las respectivas versiones Classified K, FTW y Micro. En esta ocasión, nos toca revisar el punto medio de la escala, el FTW, que presenta formato completo de ATX, y características que lo acercan mucho al tope de gama de cualquier otra marca.

El packaging de esta línea debe ser de lo más excepcional que se puede encontrar en las motherboards modernas: Un cartón robusto con impresiones en brillante y un sinfín de detalles en el dorso contienen una caja de alto gramaje donde se sostienen todos los accesorios (bridge SLI, cables SATA, I/O shield, almohadillas térmicas para drives M.2) envueltos en un plástico brillante y estilizado con el logo de la marca junto al correspondiente manual y un logo autoadhesivo corpóreo, como suelen aparecer en estas ofertas. Debajo del cartón divisor nos encontramos con la placa, contenida cuidadosamente en una tela de espuma de nylon gruesa y la correspondiente cobertura de material anti-estática que lo protege.

Contenido

• Manual
• Disco de Drivers
• Puente de SLI Flexible
• 2 cables SATA
• I/O Shield
• Dos Pads Térmicos
• Chapa de EVGA

Ni bien sale de su envoltorio se puede apreciar que la z370 FTW no es una placa llamativa, sino más bien apuntada a la sobriedad de equipos con mucha vista y un cuidado muy particular por la combinación de los diferentes componentes de sistema. Lo único más destacable es la chapa metálica pintada en gris muy claro, que protege tanto el tramo final hacia los puertos traseros, como también a los sectores de VRM, conteniendo también a sus disipadores.

La falta de retroiluminación o cualquier efecto de iluminación RGB -a pesar de estar anunciada puede llegar a ahuyentar a muchos, aun más cuando la versión Classified K (muy similar, de unos 60 dólares de diferencia) cuenta con un puerto dedicado para tiras RGB 5050, como se presenta en la mayoría de mothers del mercado. La decisión está a tono con la visual general del diseño, pero atenta contra la libertad de personalización que muchos buscan para su sistema.

En cuanto a funcionalidades, esta placa de socket LGA1151 Coffee Lake ofrece tres slots M.2, uno de ellos del tipo Key E, para módulo WiFi, compartiendo lane con el PCI-E3, mientras que los dos principales son del tipo Key M de hasta 80mm, que ocupan las vías de los slots SATA. Los cuatro slots DIMM DDR4 soportan hasta un total de 64GB, con una velocidad máxima de overclock de 4133Mhz.

Como corresponde, las más destacadas placas madre de EVGA presentan -en toda la línea- slots con refuerzos de acero en los puertos de larga extensión, como PCI-E x16/x8 y los mencionados DIMM, pero no en los secundarios, como los PCI-E x1 y x4. La placa viene con la certificación SLI de Nvidia, pero a pesar de contar con tres puertos PCI-E, solo ofrece la posibilidad de hacer una combinación de tan solo dos GPUs, aunque dada la falta de soporte real para el SLI de tres vías, realmente no se hace desear. Lentamente, hasta la necesidad de tener dos placas se va esfumando, ya que es cada vez más raro encontrar perfiles que aprovechen estas funcionalidades en los drivers tanto de las placas Nvidia como con las AMD Radeon.

Cada puerto PCIE cuenta con su correspondiente LED indicativo de actividad, como así también existen unos dedicados al CPU, a la línea de 12V de CPU, a la línea de 5V de stand by, y las memorias.

En el extremo inferior izquierdo de la placa se encuentra un slot de alimentación PCI-E de 6 pines, igual al que se presenta en una innumerable cantidad de GPUs actuales, que sirve para reforzar la potencia de energía que recibirán los slots PCI-E principales, idealmente para configuraciones de dos placas, más allá de los que se conecten sobre los propios PCB de los GPU de turno. Para poder poblar el sistema de una refrigeración absolutamente eficaz, en esta z370 FTW nos encontramos con un total de 6 slots PWM de 4 pines para ventiladores (los que permiten sensar y administrar la velocidad de cada uno) para los cuales se puede tener control total independiente con el software EVGA DG Tuner.

A pesar de tratarse de placas muy similares en lo general, lo que diferencia a la FTW de la Classified K, son dos módulos que para muchos jugadores pueden ser irrelevantes, mientras que para otros son parte de la decisión definitiva al adquirir una motherboard.

Mientras que la Classified K incluye un procesador de sonido Creative Sound Core 3D 5.1, en la versión que nos tocó probar nos encontramos con un Realtek ALC1220, muy presente en un sinfín de placas madre de alta gama durante los últimos años, y si bien las cuestiones técnicas dictan que existe una diferencia aparente, en la práctica será definitivamente imperceptible para la gran mayoría de los usuarios, sobre todo en la actualidad, donde muchos de los headsets de alto nivel están apuntados al audio digital, y ofrecen sus propias soluciones DAC para no tener que recurrir a ningún hardware específico.

También nos encontramos con una situación similar por el lado del soporte ethernet, donde en el FTW tendremos a disponibilidad el Intel i219v, a diferencia del Classified K donde aparecen dos puertos Killer E2500, para una maximización en la utilización de recursos. En este caso, la diferencia es realmente perceptible, pero todo depende del trabajo que cada uno requiera para su computadora. La gran mayoría de las personas requiere de un solo router ubicado a muy poca distancia de la máquina, y con un solo slot le alcanza, además de tener en cuenta que el controlador Intel no deja nada que desear para el uso cotidiano.

La EVGA z370 FTW es una placa completa en cuanto a funcionalidades y se ubica en el medio de la línea de la marca. Analizándola en su pequeño ecosistema (comparándola con la Micro y la Classified K), la FTW incluye todo lo necesario para conformar un sistema de alta gama, elevando un par de escalones las prestaciones de la Micro, que por su tamaño tiene que sacrificar un par de slots de cada cosa.

En comparación con su hermana mayor, la FTW no se queda atrás demasiado, y el diferencial es tan solo a gusto de cada usuario. La ausencia del header RGB puede arruinar un poco la fiesta, porque suena a capricho, pero por el lado de los controladores de audio y red no hay por qué asustarse. Están apuntadas al gusto de cada uno y realmente no hacen falta si uno no los explota como se debe. Quizá la diferencia más sustancial está en que en el Classified K nos encontramos con 13 fases de VRM, mientras que en el FTW solo con 11, lo cual puede presentar un diferencial al momento de hacerle overclock al CPU, pero una vez más, no se podrá percibir ningún tipo de distancia si la mayor capacidad técnica no se puede aprovechar como se debe.

Si bien existen otras ofertas similares a un valor más económico, y más allá de considerar la excelencia en calidad de componentes que siempre ofrece EVGA, los modelos de placas z370 de otras marcas, apuntados al centro del segmento, suelen presentar faltantes bastante importantes, como el soporte para 5.1 y rápido acceso al reinicio de BIOS/CMOS, o disipadores a tono con las prestaciones de la motherboard. Esta es una placa para los detallistas, y sobre todo, para los amantes de EVGA, que saben optar por grandes capacidades técnicas y estilo sobrio, por sobre otros artilugios menos efectivos de otras marcas.

Este review fue realizado con un sample proporcionado por EVGA Latinoamérica.