Hace algunas semanas tuvimos la oportunidad de probar el gran teclado mecánico Steelseries Apex M500, en el cual destacábamos su diseño y gran calidad de construcción, pero nos dejaba pendientes varios otros apartados como retroiluminación RGB completa, y hasta la ausencia de una impronta más audaz en su estética. Era un dispositivo demasiado sobrio, pero de gran nivel.

Para este nuevo análisis, Steelseries nos acercó el tope de gama de la serie Apex, el M750, para demostrar -una vez más- su gran nivel de marca, que nunca deja de sorprendernos.

El packaging es bastante similar al del M500: excelente diseño, gráficas destacadas en hot stamping, todos los detalles del teclado, y un alto gramaje de cartón, para contenerlo de manera segura. Lo más destacable de este modelo es que en el frente de la caja brilla un interesante recuadro que señala que en su alma lleva algo muy diferente al resto: incorpora la primera muestra de la nueva generación de switches diseñados por la propia marca, los lineales QX2.

En teoría, este modelo es muy similar a los aclamados (y quizá más elegidos por el público) Cherry MX Red, ofreciendo un feedback suave, un bajo nivel de ruido, y una respuesta rápida, pero parece que el de Steelseries ha llevado toda la experiencia a un nivel más profundo. Los QX2 suenan, pero no molestan, y ofrecen muchísima velocidad de trabajo, algo realmente ideal para cualquiera que pretenda competir a gran nivel.

Las teclas están fabricadas en doble inyección de plastico ABS, como corresponde, y el diseño de la tipografía es realmente claro, para no caer en inesperadas confusiones. La retroiluminación que acompaña habla también a las claras de cómo se ha trabajado en este dispositivo, demostrando que se puede iluminar un teclado de manera concreta, sin zonas perdidas, y sin derramar iluminación por ningún lugar indeseado. Es preciso, como todo lo que venimos mencionando.

Ni bien sale de la caja, el M750 sorprende por su hermoso diseño y su excepcional nivel de construcción. Este es un teclado de la cima del segmento, y lo dice por todos lados gracias a su diseño certero, con materiales de gran nivel, y un perfil de formas brillantes.

El alma que contiene toda la estructura es de aleación de aluminio, pintada en negro mate de alta calidad, por lo que nos encontramos con un peso bastante destacable -que además aporta para evitar deslizamientos inesperados- y muy poca flexibilidad, para evitar cualquier tipo de roturas.

Quizá en cuanto al diagrama de los botones funcionales harían falta algunas teclas dedicadas para multimedia, algo que está muy a tono con las últimas tendencias de la gran mayoría de las marcas. Por alguna razón, se han comenzado a dejar de lado teclas de acceso rápido y para cada función extra nos vemos obligados a una combinación siempre poco práctica.

Otra de las grandes ausencias (aunque en esto no se puede culpar a las tendencias) es la falta de patas de elevación estilo bisagra, como suelen tener los teclados desde el más pobre a membrana, como los más tope de gama. En este caso, SteelSeries optó por incluir dos tacos de goma intercambiables, de dos alturas diferentes. Los que vienen calzados son los de posición playa, mientras que los de repuesto elevan al dispositivo tan solo unos 7mm. Es una práctica incómoda, sobre todo cuando varios miembros de una familia utilizan la computadora y tienen diferentes requisitos a la hora de comenzar a tipear.

Finalmente, también se hace sentir la falta de un apoyo para las muñecas, pero SteelSeries ofrece uno exclusivo para todos los dispositivos de la línea Apex, aunque se compra por separado.

Por el lado de la personalización de esta importante característica para los tiempos que corren, SteelSeries vuelve a recurrir a su infalible y atractivo SteelSeries Engine 3, pero eleva las prestaciones a un nuevo escalón. El M750 cuenta con varios efectos que no se encuentran en otros teclados, como la posibilidad de elegir la dirección hacia donde apunta el efecto de oleaje, o más raro aún, ofrece una manera de cargar GIFs animados que se harán cargo de los detalles visuales del dispositivo.

Sumando más prestaciones a las ya mencionadas, también cuenta con integración al software Discord, pudiendo determinar diferentes comportamientos en respuesta a diferentes notificaciones; también cuenta con soporte para perfiles Game Sense, los cuales se apoderan de la configuración del teclado para acomodarse a presets específicos de cada título que incorpore esta mecánica; y finalmente también cuenta con el infaltable sistema Prism Sync de la marca, que puede sincronizar la retroiluminación a través de toda la nueva familia de dispositivos RGB como el mouse pad QckPrism, el mouse Rival 700 o el headset Arctis 5. Es una implementación realmente impagable para los fanáticos de los efectos visuales.

Por el lado más técnico, y como venimos encontrando en la mayoría de los dispositivos con personalización, el M750 cuenta con un procesador ARM 32-bit de la empresa STMicroelectronics que se encarga tanto del rendimiento -aportando a un n-key rollover completo obligatorio- como de los ajustes del software, y que luego almacena en los 128kb de memoria flash dedicada a contener todas las personalizaciones, aún cuando se desconecta el teclado.

El Apex M750 puede llegar a tener ciertos detalles en algunos de sus aspectos, pero sin lugar a dudas es uno de los desarrollos más efectivos tanto de la marca, como del mercado. Como siempre, las líneas de SteelSeries apuntan al gamer que busca sobriedad, pero sin perder una pizca de rendimiento, y en este caso nos encontramos frente a un monumento de esta filosofía.

Los switches QX2 no hacen más que demostrar que en la marca hay desarrollo de alto nivel, y muy buenas ideas, y que gracias a eso han podido mejorar el diseño de los populares Cherry MX en toda la experiencia. A muchos los puede ahuyentar su poca audacia de diseño, pero si hay algo que también le sobra, es artilugios RGB para tirar al techo. Este es uno de los mejores teclados que hemos tenido la suerte de probar.

Este review fue realizado con un sample proporcionado por Steelseries.