Life is Strange – Review

Tras su paso con un notable pero desapercibido estreno como fue el de Remember Me, el estudio DontNod Entertainment se propuso probar un nuevo género, creando una aventura gráfica fuera de lo que estábamos acostumbrados, en la que seremos los dueños de nuestro destino, y cada camino por recorrer dependerá de nuestro juicio. A lo largo de 5 episodios nos veremos sumergidos en una desgarradora historia que nos llevará por lo más profundo de nuestros sentimientos.

Sin adentrarnos mucho en su trama, para evitar cualquier tipo de spoiler, solo señalaremos los puntos iniciales de Life is Strange, el cual propone meternos en el papel de Max Caulfield, una joven estudiante de fotografía que luego de un largo tiempo, decide retomar sus viejas raíces y volver a su ciudad natal de Arcadia Bay, para continuar con sus estudios en la academia de Blackwell. En ella nos encontraremos con viejas caras como Chloe Price -mejor amiga de Max- como también nos haremos con nuevos compañeros. En todo caso, junto a ellos deberemos averiguar qué es lo que está sucediendo y dar un final a todos los males que acechan tanto en la academia como al pueblo, y para ello, contaremos con un pequeño don – o maldición: Podremos controlar el tiempo a nuestro antojo.

Una de las primeras cosas que notaremos al comenzar Life is Strange es su curiosa mezcla de Heavy Rain con The Walking dead o Fahrenheit, o su tan recurrente referencia al Efecto Mariposa y sus descarados «prestamos» de Donnie Darko. Pero gracias a esas tan extravagantes mezclas tenemos entre manos una aventura gráfica muy particular, con gran personalidad propia, la cual percibiremos en todos sus apartados, en cada situación, cada línea de conversación de los personajes. Sentiremos el especial cariño que pusieron los desarrolladores por entregarnos situaciones de lo más humanas posibles. A medida que avanzan los días, al igual que los episodios, seremos testigos de cómo cada escenario y personaje va cambiando, sufriendo al igual que nosotros con las decisiones que tomamos, sin contar con las innumerables referencias que veremos plasmadas en paredes, casilleros, pupitres, coches.

A pesar de contar con unas opciones de interacción bastante básicas, nos mantendrá en las mismas conversaciones una y otra vez, debido a la constante duda de nuestras elecciones, temiendo por las consecuencias que puedan desprenderse de ellas, lo que terminará en un largo ensayo de prueba y error, hasta que aceptemos lo que elegimos. Este apartado es uno de los más fuertes que posee Life is Strange, debido a que estaremos en constantes cambios, donde nos preocuparemos por nuestro personaje con el cual viviremos alegrías, tristezas y su incesante impotencia. Tal vez, uno de sus puntos más flojos es la falta de puzzles. Al ser una aventura, mínimamente tendría que contar con algunos bien elaborados, debido a la temática de la cual hace uso –controlar el tiempo- pero no lo hace.

Y no dejan de ser ideas que no terminan de explotarse en su totalidad y entregando, tal vez, solamente lo justo y necesario, siendo el retroceso del tiempo -o la toma de fotografías- las pocas interacciones que tendremos con el escenario. A ello deberemos sumarle su sencillez y casual dificultad. Resulta un título extremadamente fácil de avanzar, y muy pocas veces sentiremos cierta complejidad o encrucijadas para continuar, lo que hará que la duración sea sumamente corta, pudiendo llegar a durar alrededor de 1 a 2 horas por capitulo.

En su apartado audiovisual nos encontraremos con unos gráficos que pueden resultar discretos. Utilizando el motor Unreal Engine 3 recibimos una cierta estética al más puro estilo de acuarela -por llamarlo de alguna forma-, algo a lo que no estábamos acostumbrados de este motor. A ello le sumaremos el gran acabado técnico de la iluminación que luce muy vistoso en muchas ocasiones. Donde más se hace desear es en las animaciones faciales, que además de no estar en sintonía con las capacidades del famoso motor gráfico, rompen con la excelente ambientación y credibilidad de los personajes.

En su apartado sonoro, presenta una banda de sonido soberbia, con canciones que reflejarán los sentimientos de nuestro personaje en todo momento, de una forma uniforme, episodio tras episodio, nos veremos absortos por sus tan alegres como tristes melodías. Compartiremos los gustos musicales de algunos personajes, y varias de las piezas seleccionadas nos recordarán al cine adolescente moderno, particularmente a películas como Juno o Whip It.

A pesar de ser sobresaliente en muchos aspectos, Life is Strange también presenta defectos, ideas que no terminan de explotarse, ciertas irregularidades en la narración y una jugabilidad tosca y vacía. Aun así nos mantendrá atrapados en su impactante historia con tintes adolescentes, llena de giros, dudas, tristezas, alegrías y fracasos. Es una de esas aventuras que ningún amante del género debería pasar por alto, y que en definitiva termina siendo una de esas grandes sorpresas del 2015, al margen de su controvertido final. Cada uno de sus episodios nos llevará por diferentes caminos y vivezas que sacarán nuestro lado más humano, obligándonos a evaluarnos en similares situaciones.

Este review fue realizado con una copia comercial provista por Dontnod Entertainment/Square Enix.