En el año 1582, Oda Nobunaga, poderoso Daimyo y líder durante el periodo Sengoku en Japón fue traicionado por sus más cercanos aliados y decidió cometer Sepukku antes de verse prisionero. Sorprende entonces, que Nobunaga’s Ambition: Sphere of Influence sea un juego que pone tanto énfasis en conseguir aliados confiables. Claro está que Oda Nobunaga casi logró conquistar la totalidad de Japón debido a su brillante mente estratégica y a su capacidad para discernir cuando era momento para luchar y cuando momento para sentarse a negociar.

Nobunaga’s Ambition: Sphere of Influence es el decimocuarto título en esta venerable serie de juegos de “Simulación de estrategia histórica” de Koei-Tecmo. Se trata de una saga tal vez no tan conocida en occidente, pero sí bastante popular en Japón. Y que además cuenta con la característica de ser una de las pocas franquicias de la tierra del sol naciente que nunca ha abandonado a nuestra plataforma, y nos viene llegando de forma ininterrumpida desde 1983.

En esta oportunidad, el foco está puesto principalmente en la faceta diplomática. Tal como lo señala el título, formar una poderosa esfera de influencia y obtener una confiable red de aliados será central para lograr la victoria. Pero un buen Daimyo no vive de solo unos pocos trucos. Y Nobunaga’s Ambition se nos presenta como un juego tan ambicioso como el propio Oda Nobunaga.

Al comenzar la partida, se nos abren una gran cantidad de posibilidades. En primer lugar recomiendo realizar el tutorial. Se trata de un tutorial narrado y, francamente, bastante tonto, en el cual los más cercanos administradores de Nobunaga nos van a explicar todo lo básico que necesitamos saber para lanzarnos en la campaña de unificación de Japón. O al menos eso uno quisiera. El tutorial peca de dos graves problemas: es demasiado extenso y aburrido, y no nos brinda toda la información necesaria. Lamentablemente, el juego es tan complejo que prácticamente no nos va a quedar otra opción más que soportarlo.

Una vez que tengamos una idea más o menos aceitada de que hay que hacer para avanzar, vamos a poder escoger entre una gran cantidad de escenarios diferentes. Por supuesto que tenemos la opción de tomar el rol de Nobunaga y recrear su campaña de unificación, e incluso ir más allá y tener éxito donde el propio Oda falló. Pero también vamos a poder ocupar el rol de cualquiera de los otros jefes guerreros del periodo, cada uno con su propia agenda. Como si eso fuera poco, el juego cuenta con un interesante editor que nos permitirá forjar un Daimyo a nuestra medida. Una opción más que bienvenida.

A diferencia de otros juegos de estrategia similares, Sphere of Influence no cuenta con una única “Gran Campaña”, sino con una serie de escenarios que comienzan en distintos puntos de la vida de Nobunaga, desde cuando era un niño durante el gobierno de su padre Nobuhide, hasta el fatídico final de su campaña militar. Esto, combinado con la gran variedad de líderes y clanes que hay para elegir, asegura la longevidad de Sphere of Influence en cuanto a rejugabilidad. Este no es un juego que agote rápido sus recursos.

En cuanto al juego en sí, la verdad sea dicha Sphere of Influence no es demasiado diferente a otros grandes títulos recientes de la gran estrategia. Los veteranos de Total War, Crusader’s Kings o Europa Universalis van a encontrar bastantes cosas en común entre esos juegos y Sphere of Influence. Comenzamos cada campaña con una provincia en nuestro control y rodeados de clanes que nos odian un poco más o un poco menos. Como en todo buen juego de estrategia, nuestros primeros pasos deberían estar enfocados en mejorar nuestra capacidad productiva. En este aspecto Sphere of Influence no es demasiado complejo. Tenemos tres recursos principales: cosechas, artesanías y conscriptos. Cada uno potenciando una de las facetas de nuestro imperio: desarrollo, producción y guerra. Además contamos con un cuarto recurso que viene dado por la fuerza de labor de nuestros súbditos. Esta fuerza de labor nos permitirá administrar cada faceta de nuestro reino: castillos, molinos, ferias, caminos y un extenso etcétera. Un buen daimyo tiene su mano puesta en cada rincón de sus dominios.

Pero administrar los destinos de nuestras tierras es solo la mitad de las tareas que tenemos por delante. El otro gran elemento de juego dentro de Sphere of Influence viene dado por la administración de nuestros agentes, consejeros, generales y hombres de confianza. Estos personajes, cada uno con sus características y habilidades, pueden ser utilizados en una gran cantidad de misiones: mejorar las relaciones diplomáticas con otros señores, convencer a agentes del enemigo de unirse a nuestras fuerzas, apaciguar a las tribus independientes, supervisar la construcción de nuestras obras o dirigir los ejércitos de su señor. Como vemos, la cantidad de alternativas que nos presenta Nobunaga’s Ambition: Sphere of Influence es realmente inmensa.

Es una pena, entonces, que la interfaz de usuario del juego sea tan insuficiente. La enorme profundidad que nos plantea Nobunaga’s Ambition reclama una UI competente, que nos deje observar los principales detalles de nuestro dominio de manera sencilla y clara, y tomar decisiones en base a esa información. Lamentablemente, la UI implementada en el juego dista mucho de ser ideal. Menús arcaicos, falta de acceso intuitivo a algunas funciones, pobre información en pantalla y elementos del juego pobremente explicados. En muchos aspectos Sphere of Influence se ve y se siente como un juego de consolas. Y claro está: lo es. Ya que el juego también está disponible para las consolas de Sony y la UI parece estar pensada para su uso con el pad.

Volviendo al manejo de nuestro sequito de hombres de confianza, una de sus principales funciones será la de formar nuestra red diplomática. Sphere of Influence cuenta con un muy buen sistema diplomático, que nos permitirá formar alianzas duraderas, treguas y pactos con nuestros vecinos. Un aspecto interesante de este sistema es que no se siente artificial. Resulta bastante lógico que un señor envíe emisarios a otro para mejorar sus relaciones. Y hasta es posible comprar objetos valiosos y usarlos como regalos para mejorar la lealtad de nuestros hombres y la amistad de nuestros vecinos.

Y tener aliados es muy importante, porque las guerras en Sphere of Influence son realmente sangrientas. La pantalla de juego en sí, una hermosa recreación de la isla de Japón, se divide en dos grandes etapas: una etapa “pausada” en la que vamos a poder dar todas las ordenes de construcción, gestión y administración que deseemos, y una etapa en tiempo real, que es la de las operaciones militares.

La faceta militar estratégica de Sphere of Influence es muy interesante, con un gran énfasis puesto en la protección y captura de caminos y fortalezas y en los movimientos de pinzas y emboscadas realizados con ayuda de nuestros aliados. En este aspecto, es bastante lamentable que la parte táctica sea tan pobre. Cada vez que nuestros ejércitos se enfrenten con el enemigo vamos a tener dos opciones: dejar que la IA decida automáticamente el resultado de la batalla o tomar las riendas por nuestra cuenta.

En caso de escoger esta segunda opción, vamos a entrar a una simulación táctica de batalla donde vamos a poder guiar a nuestras tropas de forma manual. A diferencia de otros juegos, en Sphere of Influence las tropas no están diferenciadas, sino agrupadas en batallones sin ton ni son. Solo hay tres elementos que deciden el destino de las batallas: el posicionamiento, las habilidades de nuestros generales y, principalmente, los números. Por más maniobras que hagamos, y por más habilidades que usemos, si el rival nos supera ampliamente hay muy poco que se pueda hacer. Es realmente una pena que la parte táctica del juego no haya sido más desarrollada.

Gráficamente, Sphere of Influence es un juego extremadamente discreto. El mapa del mundo es tal vez el elemento que queda mejor parado, hermosamente detallado y con una gran variedad de color, es un gusto observar como poco a poco van creciendo nuestros dominios. En otros aspectos, Sphere of Influence parece un juego de Plasytation 2. En especial en las horribles escenas de batalla y los desastrosos diseños de nuestras unidades.

Un poco mejor paradas quedan las pequeñas escenas que nos cuentan distintas partes de la historia, en las cuales interactúan diferentes personajes del periodo Sengoku. Apenas son figuras estáticas con texto sobreimpreso, pero los diseños de los distintos señores de la guerra del periodo son interesantes y tienen personalidad.

La banda sonora de Sphere of Influence es aceptable, con temas variados y agradables que acompañan muy bien cada faceta del juego y no cansan al oído. Por otro lado, recomiendo encarecidamente jugar con el audio de voces en su idioma original: el japonés. Las voces en inglés son bastante toscas, y escuchar a nuestros generales lanzar gritos de guerra en japonés tiene su encanto.

Nobunaga’s Ambition: Sphere of Influence tiene en su corazón todos los elementos de un gran juego de estrategia. Uno que no debería tener problemas para codearse con los Total War o los juegos de Paradox. Lamentablemente, sus valores de producción arcaicos y su UI pobremente implementada le impiden alcanzar un status mayor. Estoy seguro que en Playstation 4 se trata de un juego único, porque no debe de existir nada ni remotamente parecido en consolas. Pero en PC Sphere of Influence es un pez más en un estanque lleno de peces muy grandes, por lo tanto es muy difícil no compararlo con otros grandes exponentes del género. Y más allá de todo, Sphere of Influence, al igual que el gran Oda Nobunaga, se queda corto en su ambición.

Este review fue realizado con una copia comercial provista por KOEI Tecmo.

NOBUNAGA'S AMBITION: Sphere of Influence - Review
Historia75%
Gameplay70%
Musica y Sonidos70%
Lo bueno:
  • Enorme variedad de escenarios
  • Profundidad estratégica
  • Buen sistema diplomático
Lo malo:
  • Pobre interfaz de usuario
  • Tutorial aburrido e insuficiente
  • Batallas tácticas demasiado simples
70%Nota Final
Puntuación de los lectores: (2 Voto)
68%

3 Respuestas

  1. Armando Suetonio Amezcua

    Alguna vez pense que Kou Shibusawa (Creado y productos de esta saga) era
    el maximo señor y creativo de los juegos de la estratejia por turnos
    tanto asiq ue el unico que se le equipara es el mismisimo Sid Meier,
    pero como que con esta etrega si se quedaron un poco cortos y por
    primera vez un juego occidental hecho por un estudio occidental sobre
    el japon de los periodos sengoku y Azuhi Momoya como Shogun total war 2
    resulto un poco mejor a este que ya tenia una vernable liena de titulos ,
    aun asi hay algo que tambien lo salva yes algo que me soprende que
    nomencionen en la reseña el apartado artistico de los juegos de
    estratejia de Koie es la direccion artistica siempre Impecable y hermoso. Por mi parte este ya
    esta en mi WhishList de Steam se ve que si vale mucho la pena.

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