El genero 4X (eXplore, eXpand, eXploit, eXtermite) se ha convertido en una especie de caballito de batalla de la estrategia en estos últimos años. Desde que los RTS perdieron terreno ante la gran oleada MOBA, los fanáticos de la estrategia no han tenido más remedio que refugiarse en este subgénero tan particular. Es tal vez desde el éxito critico y comercial de Sid Meier’s Civilization V que hemos visto una explosión en este tipo de juegos. Hay para todos los gustos: fantásticos, históricos, de ciencia ficción. Y la calidad ha sido mayormente variable, desde grandes éxitos como Endless Legend o Age of Wonders III hasta producciones más discretas, como Worlds of Magic y, sorprendentemente, Sid Meier’s Civilization Beyond Earth. Lo que es seguro es que el 4X esta pasando por una etapa saludable.

A este escenario tan abarrotado regresa Stardock con su nave insignia: Galactic Civilizations. Y estamos sin duda ante una de las sagas “venerables” dentro del género. Mucho más que simplemente Civilization en el espacio, Galactic Civilizations ha sido durante años el favorito de muchos aficionados, en especial la segunda entrega de la franquicia. Galactic Civilizations II, que con sus expansiones Dark Avatar y Twilight of the Arnor sigue siendo considerado por muchos el pináculo del genero 4X.

Entonces ¿Cómo podría Stardock superar su propia obra maestra? Bueno, Galactic Civilizations III es un principio de respuesta a esa pregunta. Enorme en escala y de una febril ambición, el nuevo juego de Stardock promete convertirse en la nueva punta de lanza del género de cara al futuro, y amenaza con robarle a Sid Meier el cetro de rey de la estrategia. Sin embargo, como todo 4X reciente, Galactic Civilizations III también llega con algunas falencias bajo el brazo que será necesario analizar con más profundidad.

The Terran Crusade

La historia de Galactic Civilization III se inicia una década después de los fatídicos eventos que siguieron a la guerra de los Dread Lords en el juego anterior. La alianza entre malévola la raza Drengin y los calculadores sintéticos conocidos como La Singularidad Yor se ha hecho con el dominio de la galaxia. Grandes imperios, como la otrora gloriosa Arcea, yacen en ruinas. Civilizaciones importantes han abandonado sus colonias y han regresado a sus mundos hogar para prepararse para la eventual llegada de los imparables Drengin. La Tierra solo ha sobrevivido gracias a la tecnología de los Precursores desplegada por los comandantes humanos en la expansión Twilight of the Arnor. Pero el planeta entero se encuentra aislado del universo por un campo de fuerza impenetrable, y sitiado por una inmensa armada Drengin.

En este contexto tan aciago, la imparable flota humana que había huido hacía otro universo en el juego anterior regresa. Al frente de esta flota: el T.A.S. Crusader, una poderosa nave potenciada por tecnología precursora que es capaz de torcer el curso de la guerra. Este evento ha sido profetizado por los Thalan, un pueblo que asegura venir de un futuro en el cual la cruzada humana marcará el final de todo lo conocido. El destino de la galaxia entera se pone en juego en este nuevo capitulo de la saga.

La campaña de Galactic Civilizations III sigue una estructura similar a la de juegos anteriores, intercalando objetivos específicos con la jugabilidad clásica de la saga. La campaña en general es disfrutable y da lugar a la experimentación con diversos tipos de estrategias. Es además, un lugar excelente para aprender los componentes básicos del juego para aquellos que se inicien en la saga con esta tercera entrega. Pero por lo demás, la campaña solo es un elemento accesorio al juego, interesante por su historia, pero limitada en cuanto a alcance.

El corazón de este juego yace en otro lugar. Y ese otro lugar es el enorme y complejo modo Sandbox. Galactic Civilizations III cuenta con todos los ingredientes necesarios para transformarse en un juego chupa-tiempo de primera categoría. Comenzamos cada partida del modo Sandbox como siempre lo hacemos en este tipo de juegos: definiendo los parámetros de nuestra sesión. En este aspecto, Stardock nos ofrece un menú más que variado. Para empezar, tenemos varias civilizaciones diferentes para elegir, cada una con su propia personalidad. Los Drengin, por ejemplo, brillan a la hora del salvajismo y la conquista, pero son pobres comerciantes y diplomáticos. En el otro extremo, la Corporación de Iridium (facción que debuta en esta entrega) se centra principalmente en la lógica del libre mercado y la explotación de capitales. Las civilizaciones que nos presenta el juego son variadas e interesantes, pero además tendremos la posibilidad de diseñar nuestra propia cultura, con sus características, bonificaciones y penalizaciones especificas de acuerdo al estilo de juego que queramos encarar.

Editar el campo de batalla, o mejor dicho darle forma a la Galaxia, es el siguiente paso. Aquí vamos a poder definir cosas tales como la forma de la galaxia, la frecuencia de planetas habitables, la cantidad de civilizaciones menores en el mapa galáctico o la presencia de molestos piratas espaciales. Además vamos a poder definir el tamaño de nuestro tablero de juego, que va desde mapas muy pequeños ideales para una escaramuza rápida hasta mapas titánicos capaces de acomodar hasta a cien civilizaciones entre grandes y pequeñas (este es uno de los beneficios del funcionamiento exclusivo bajo 64bits del juego). Finalmente, en esta sección vamos a poder elegir que tipos de victoria queremos que estén activos en el juego. Los mecanismos de victoria son interesantes, si bien no se salen demasiado de lo familiar en el género. La victoria tecnológica y la militar son precisamente lo que uno esperaría. Mientras que otros objetivos, como la victoria por puntos de ascensión, implican una serie de tácticas diferentes, pero tampoco demasiado originales, como sea la obtención y el dominio de distintos “Puntos de control” a lo largo y ancho del mapa.

Conquerors of the Stars

Cada partida comienza de manera muy similar a juegos anteriores de la franquicia. Iniciamos el juego con nuestro planeta natal, un astillero, una nave de exploración y otra de sondeo, y finalmente una nave colonia. Nuestros primeros turnos están destinados a construir infraestructura, desarrollar las tecnologías básicas (en cuatro ramas: Colonización, Conquista, Ingeniería y Diplomacia), explorar el espacio cercano y colonizar nuevos mundos. De manera muy inteligente, el juego limita nuestro alcance de exploración mediante una serie de requisitos tecnológicos que tendremos que ir desbloqueando. Sencillamente, nuestras naves serán incapaces de alejarse demasiado de nuestras colonias hasta que no desarrollemos sistemas más avanzados de logística, propulsión y soporte vital.

Esta última característica impregna a la jugabilidad de Galactic Civilizations III de un ritmo muy interesante. El hecho de que no podamos explorar cualquier parte de la galaxia desde el comienzo tiene como resultado (en los mapas más grandes) que los primeros contactos con otras civilizaciones sean algo poco usual, y por lo tanto, significativo. En un mapa de tamaño “Immense” o “Excesive” (que ni siquiera son los mapas más grandes) pueden pasar más de 100 turnos hasta que hagamos contacto con otra civilización, mayor o menor.

Y hacer contacto con otro pueblo puede llevarnos a tener que cambiar drásticamente nuestro modo de jugar. Esto es porque las civilizaciones en Galactic Civilizations III, tanto las grandes como las pequeñas, tienen sus propios rasgos de personalidad y sus propias inclinaciones. Encontrarnos de vecinos con los Drengin, por ejemplo, es señal inmediata de que tenemos que comenzar a preparar nuestra armada para la defensa.

Estos rasgos de personalidad para las civilizaciones son algo enormemente bienvenido, porque dotan a cada sesión de juego de un aura de “juego de rol” muy interesante. Explorar la galaxia con los diplomaticos Terran impone otro tipo de estrategias que hacerlo, por ejemplo, con civilizaciones más volcadas al aislamiento como los Thalan o los Refugiados de Iconia. En este elemento cuasi-rolero que cruza al juego ingresa el nuevo sistema de alineamientos, por el cual vamos a ir desbloqueando distintas bonificaciones en base a si avanzamos en las posturas de benevolencia, malevolencia o pragmatismo. Estos tres caminos se van desarrollando en base a decisiones que vamos a tener que tomar al colonizar un nuevo mundo o de cara a diferentes eventos especiales, y brindan algo más de sabor al juego. Lamentablemente, el sistema peca de simplista y esta mal integrado con el resto del ensamblaje que funciona bajo Galactic Civilizations III. Por ejemplo, es posible ser un conquistador despiadado y arrasar a nuestros vecinos, pero aún mantener un aura de benevolencia en base a nuestras decisiones arbitrarias en cada uno de los eventos. Es un sistema interesante, pero necesita trabajo de cara al futuro.

En cuanto al desarrollo imperial, Galactic Civilizations III no presenta demasiadas diferencias para con juegos anteriores. El desarrollo planetario por adyacencia y las bases espaciales especializadas siguen presentes, y el manejo de flotas no presenta demasiadas variaciones. El cambio más importante, sin dudas, es el reemplazo de la grilla de cuadriculas por otra de hexágonos. De la misma manera que este sistema hizo maravillas por Civilization V, Galactic Civilizations III lo aprovecha también de buena manera. Especialmente notorio es el cambio estratégico al sistema de adyacencias a la hora de desarrollar cada mundo a nuestra disposición. Ahora cada construcción cuenta con seis adyacencias en lugar de cuatro, lo que vuelve aún más vital el planeamiento inteligente a la hora de construir edificaciones y aprovechar los distintos recursos que encontremos. Por otro lado, los astilleros ahora son externos a los planetas, y funcionan por un sistema de Sponsors, pudiendo mejorar su producción con los recursos de hasta cinco planetas cercanos. Es una mejora bienvenida al sistema de GalCivII que imponía una cantidad bastante molesta de micromanagement.

The Future in 64bits

Uno de los grandes “ganchos” de venta que esgrimió Stardock a la hora de presentar este nuevo juego fue la exclusividad del mismo para con arquitecturas de 64bits. Esto era necesario, aducían desde Stardock, porque la nueva escala del juego, las rutinas de IA y las posibilidades del editor no podían ser plasmadas con las limitaciones de memoria de un sistema de 32bits. Como ya hemos visto, la primera de esas aseveraciones resultó ser verídica, y los mapas que nos presenta Galactic Civilizations III son de una escala sin precedentes.

En cuanto a la IA, ¡podemos festejar! Ya que Stardock ha repetido el gran trabajo realizado en la entrega anterior de la franquicia. La IA de Galactic Civilizations III se comporta de una manera interesante y “humanlike” en muchos aspectos. Además, cada facción parece tener sus propias rutinas y estrategias que dotan a cada una de ellas de una gran personalidad. Por ejemplo, jugando una partida con los Terran acabé territorialmente en el medio de la Corporación de Iridium y la Singularidad Yor. Ambas facciones estaban en guerra, y el líder de Iridium me ofreció unirme a la guerra para su bando a cambio de créditos y tecnologías, que acepté de buena gana. Minutos después, y era yo quien estaba llevando adelante el peso de la guerra mientras, turno a turno, Iridium me obsequiaba créditos y tecnologías. La IA me estaba usando de Proxy en una guerra contra su enemigo. Sencillamente excelente.

El juego cuenta además con un potente editor de naves que poco tiene que envidiarle a juegos enfocados en la edición como Minecraft o el propio Kerbal Space Program. Si bien cada civilización ya cuenta con sus propias naves pre-diseñadas, la posibilidad de equipar a nuestras propias creaciones con docenas de cañones y lanzadores de torpedos es algo muy bienvenido. La potencia de este editor es fantástica, al punto que muchos usuarios ya han recreado flotas de famosas franquicias como Star Wars o Star Trek de manera muy fiel.

Podemos ver a nuestras naves en acción a la hora del combate gracias al nuevo sistema de simulación de batallas en tiempo real. Este sistema es un agregado cosmético agradable ya que nos permite ver a nuestros propios diseños en el fragor de la batalla, pero más allá de eso no agrega absolutamente nada al juego. En guerras grandes y hacía el final de cada sesión de juego es preferible auto resolver los combates antes de perder tiempo mirando batallas espaciales sin tener ninguna capacidad de interacción.

La kilométrica cantidad de planetas, estrellas, naves, diseños y posibilidades demandan bastante en cuanto a hardware. Galactic Civilizations III no es un juego extremadamente demandante desde lo gráfico (si bien los planetas presentan texturas muy agradables), pero puede poner a los sistemas más poderosos de rodillas con sus mapas más masivos. Para el presente review se probó el juego utilizando un procesador I5 4570, 8GB de memoria RAM y una tarjeta gráfica Nvidia GTX 770. En mapas de tamaño mediano (“Huge”, irónicamente, es un mapa mediano) el juego se comportó de muy buena manera, pero al aumentar un poco más la escala a mapas como “immense” el sistema comenzó a transpirar en cuanto a uso del CPU y GPU, lo que se reflejó con texturas que tardaban algo en cargar al hacer zoom y algo de ralentización entre turnos. A pesar de todo, Galactic Civilizations III ha demostrado ser un juego increíblemente estable, y el tiempo de espera entre un turno y otro nunca se vuelve intolerable, incluso en los mapas más gigantescos.

El juego presenta algunos problemas en el modo multijugador a la hora de escribir este review. Varios jugadores han reportado crashes y savegames corruptos. Los juegos 4X siempre han sufrido el problema de encontrar el balance adecuado en el multijugador y la presencia de estos problemas de estabilidad y conectividad no hace nada para ayudar a Galactic Civilizations III a diferenciarse del resto. Por lo demás, y como de costumbre, el multijugador en este tipo de juegos siempre es más entretenido con gente conocida, y no con anónimos de internet propensos a abandonar el barco ante el primer contratiempo.

En definitiva, Galactic Civilizations III es un excelente comienzo para lo que seguramente será otro glorioso capitulo en la historia de la franquicia estrella de Stardock. Es cierto que algunas características del juego anterior, como el espionaje y las superarmas, no están presentas en esta nueva entrega, pero Galactic Civilizations II disfrutó de dos grandes expansiones, y estamos seguro que este nuevo capitulo tendrá las propias. Stardock ha creado el sandbox 4X más ambicioso de todos los tiempos, y de aquí en más nadie puede asegurar que nos tendrán preparado para el futuro.

Galactic Civilizations III – Review
Historia80%
Gameplay95%
Graficos75%
Musica y Sonidos80%
Multiplayer60%
Lo bueno:
  • Enorme sandbox 4X
  • Excelente editor
  • Brillante IA
Lo malo:
  • El sistema de alineamientos
  • Problemas en el multijugador
85%Nota Final
Puntuación de los lectores: (9 Voto)
67%

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