Nightbanes – Review

El estudio indie Diviad, conocido por juegos de Facebook y mobile como Spooky’s Adventure y Ghost Puzzlers, decide aumentar la apuesta y lanzar al mercado Nightbanes, un juego de cartas free-to-play que nos pone en la piel de jefes vampiros con el objetivo de destruir a los otros clanes y dominar el mundo.

Parece mentira que con lo grandioso que una vez fueron los juegos de cartas, tanto el mayor exponente como Magic para diversas plataformas, Hearthstone por nombrar algún título más reciente, o juegos de nicho como War of Omens y Mabinogi Duel para mobile, hoy en día escasee la calidad en este género.

Nightbanes propone una historia diferente a lo que fans de Dungeons & Dragons o recientes adeptos de blizzard conocen: El título nos invita a ser un Lord Vampiro en busca de la dominación total del mundo. Para lograr esto, luego de un corto tutorial donde se nos explican las reglas básicas, nos permite jugar una repetitiva y aburrida campaña o un repetitivo y aburrido PvP.

La campaña original cuenta con unas 5 ciudades, y cada una tiene alrededor de 8 misiones. Las misiones no son más que Lord Vampiros con un puñado de cartas, y al vencerlos se nos habilita la siguiente misión. Como recompensa no recibimos prácticamente nada, ya que el valor de la divisa que obtenemos es mínimo, e inútil si queremos comprar algo en el abundante shop: acá nos piden una divisa Premium que solo podemos obtener «invirtiendo» plata.

Pero no todo está perdido, es posible obtener 1 o 2 cartas jugando las misiones… unas 20 veces. En vez de incluir diferentes misiones y un progreso bien pensado, el juego nos invita a rehacer la misma misión repetidas veces. En la primera ciudad, luego de ganar la misma misión 4 veces, se nos desbloquea «el siguiente nivel».

El siguiente nivel no es más que el mismo nivel, pero con más vida y cartas más poderosas que las nuestras. Para pasar al tercer nivel, tenemos que ganar la misma misión 6 veces. Si logramos tener la paciencia suficiente como para desbloquear el tercer nivel, tendremos que nuevamente ganar la misma misión repetidas veces para obtener una carta como recompensa. Una carta de las cientos que hay para coleccionar.

Si este tipo de grinding parece poco, cabe mencionar que estas cartas son completamente inútiles si queremos jugar en PvP. Las cartas se pueden «evolucionar», se vuelven más fuertes, pero sin desventaja alguna. Esto quiere decir lisa y llanamente que una persona con un deck de cartas todas nivel 1 juega contra una persona con un deck de cartas todas nivel 2, la primera persona no tiene chances de ganar. El costo de invocar cartas es siempre el mismo: un turno.

Otra particularidad del juego es que la estrategia se reduce a elegir una carta para hacerle frente a otra. Las pocas habilidades que tienen se habilitan de forma automática, los minions siempre atacan a la criatura que tienen en frente o al lord, las armaduras o armas se equipan automáticamente al azar, y las monturas solo dan vida extra al lord. Esto reduce las partidas a un simple invocar cartas y ver qué sucede, ya que la estrategia es mínima. Esto también reduce los partidos a pocos segundos, o 2 minutos si no decidimos saltear las repetitivas animaciones con falta de sonido y efectos.

Por si esto fuera poco, jugar contra otras personas en PvP cuesta 30 «sed de venganza». Esta divisa es la típica energía que vemos en juegos sociales de Facebook para limitar nuestro juego y obligarnos a pagar por energía si no queremos esperar la media hora que equivale a 30 puntos.

Algo bueno (y es que algo bueno tenía que tener) es que podemos formar clanes. Los clanes nos sirven para pelear en conjunto contra bosses, que son simplemente Lord vampiros con cartas poco convencionales. Lamentablemente la falta de voice acting, de sonidos o efectos sonoros se mantiene incluso en este modo. Incluso la música no hace juego con la poca acción presente, por lo que termina siendo igual de aburrido.

Las cartas cuentan con gráficos más bien detallados y este es el punto más fuerte del juego, aunque lejos de tener la calidad de otros títulos Premium ya mencionados. Nightbanes hace un gran esfuerzo por presentar detallados monstruos y criaturas que incitan a coleccionar e incrementar el número de cartas en nuestro mazo.

Nightbanes es, lamentablemente, nada más que una promesa más dentro de un género donde la calidad lejos de ser cada vez más alta, es cada vez más mediocre. Hay un motivo por el cual la cantidad de jugadores de Infinity Wars, Conquest of Champions o Solforge es una risa ante juegos como Hearthstone de Blizzard o Heroes of Might & Magic: Duel of Champions de BlueByte.

Estas empresas con grandes respaldos monetarios pueden contratar buenos artistas e ingenieros sonoros capaces de maquillar la falta de creatividad, atraer gente gracias a su popularidad y mantener un círculo vicioso de falso progreso mediante DLCs con cartas cada vez más poderosas. Nightbanes lejos de poder hacer algo asi, lanzo al mercado un juego con una pobre mecánica y más que reprochables decisiones como un límite de energía o la evolución de cartas sin penalización alguna.