“El Señor de la Muerte perecerá, pero en su caída derramará una plaga de progenie mortal. El caos será sembrado a su paso” Así habló el sabio Alaundo. En el año 1358 según el Computo de los Valles, los Dioses celestiales de los Reinos Olvidados caminaron por la tierra en cuerpos mortales. Castigados por el supremo Ao debido a su arrogancia y ansias de poder, cada una de estas deidades se vio obligada a aceptar la muerte y el olvido como una posibilidad real. Y fue así como muchos dioses cayeron o desaparecieron. Como Mystra, diosa de la magia, que fue aniquilada por Helm cuando intentó recuperar su esencia divina; o Myrkul, dios de la muerte quien fue destruido por la maga mortal Medianoche en una épica batalla en los cielos de Aguas Profundas; o Bhaal, señor de los asesinatos, aniquilado por el humano Cyric en combate. Este turbulento periodo fue conocido como el Tiempo de los Trastornos, y las secuelas en el mundo mortal se extendieron por décadas. De entre las divinidades caídas, hubo uno que predijo su propia perdición. Bhaal, uno de los “tres grandes de la muerte”, profetizó su propia destrucción y diseñó un plan para asegurar su regreso. Durante décadas, el malvado dios deambuló por Faerun en la forma de su Avatar y sembró a su paso una plaga de progenie mortal. Docenas de hijos e hijas de Bhaal poblaron la tierra, cada uno dueño de una pequeña parte de su alma divina. Estos niños y niñas estaban destinados a destruirse mutuamente hasta que solo uno de ellos fuera capaz de reclamar su lugar entre los dioses, dando vida una vez más a la esencia malvada de Bhaal. Todos los reinos sufrirían por ello. Dos años después de estos caóticos acontecimientos, en la apacible biblioteca de Candelero comienza una de las aventuras más grandes que se hayan visto en un juego de PC. Baldur’s Gate fue el juego que revitalizó un género y que baño de fama a Bioware. Y al día de hoy, sigue siendo en muchos sentidos la vara por la que se mide a sus sucesores. En esta nueva entrega de Glorious Archives en PC Master Race Argentina, nos volvemos a aventurar a la Costa de la Espada, Amn y más allá para revivir nuevamente la interminable aventura de Baldur’s Gate. Y a solo días del lanzamiento de Pillars of Eternity -sucesor espiritual de la saga-, el momento no podría ser más oportuno. Heroes of the Sword Coast Advertencia: Si aún no jugaron Baldur’s Gate. Primero: ¿Qué diablos? ¡Vayan a jugarlo! Y segundo: en el texto a continuación hay spoilers sobre la trama de la saga. Recordar Baldur’s Gate es un ejercicio de nostalgia. Pero volver a jugarlo, increíblemente, es además una tarea de descubrimiento. Baldur’s Gate (la saga completa) es uno de los juegos que más veces completé en mi vida de jugador de PC. Hechiceros, guerreros, ladrones, asesinos, monjes, personajes multiclase. Creo que he probado todas las combinaciones de personaje habidas y por haber que ofrece el juego. Y ni hablar de los compañeros, una de las piezas angulares de esta saga y de todo lo que Bioware ha hecho desde entonces. Están los clásicos por supuesto, como Imoen, esa alma gemela que acompaña al personaje del jugador en toda la aventura y a quien debemos rescatar de las garras del malvado Jon Irenicus en Baldur’s Gate 2. Están Khalid y Jaheira, dispar matrimonio y pareja de Arpistas, que nos ofrecen algunos de los momentos más trágicos de la aventura. Y por supuesto, imposible olvidar a Minsc y a su inseparable compañero Boo (o Bubú). ¡Porque toda aventura necesita héroes, y hámsters y leyendas! Pero también están esos otros compañeros que tal vez no siempre llevábamos en nuestro grupo, Como el enigmático explorador Kivan, el mago pesimista Xan, el simpático gnomo Jan Jansen o el malhumorado enano Korgan. Aún así, a lo largo de mis múltiples aventuras a lo largo de la Costa de la Espada, en algún momento u otro tuve en mi grupo a casi todos ellos. Si, hasta el cobarde bardo Garrick fue parte de mi compañía de aventureros en algún momento, con su emblemática canción: “¡Valiente, valiente el señor Garrick! ¡Que por el camino los guió! ¡Valiente, valiente el señor Garrick! ¡Que al final se escapó!”…. maldito cobarde. Para escribir este articulo, decidí que hacer uso simplemente de mi memoria no era suficiente. Es cierto el famoso dicho sobre los “lentes color de rosa”, a veces la nostalgia distorsiona y terminamos recordando las cosas de una manera muy diferente a como eran realmente. Además hace ya mucho tiempo que no me sentaba a jugar una campaña entera de Baldur’s Gate. De forma que simplemente decidí volver a jugar Baldur’s Gate, Baldur’s Gate 2 y sus expansiones de principio a fin. Para mi sorpresa, a pesar de haber pasado estos juegos ya más de una decena de veces en el pasado, en esta nueva aventura me encontré con nuevas sorpresas, nuevas historias y nuevas aventuras. Para volver a jugar a esta saga tenía varias opciones. Podía instalar los antiguos juegos inalterados comprados directamente en GoG.COM. O también “acoplar” toda la saga utilizando el mod Baldur’s Gate Trilogy. Otra opción era la de agregar a Baldur’s Gate Trilogy toda una serie de modificaciones no oficiales que agregan más contenido (compañeros, aventuras, ítems). Finalmente, la última alternativa era la de volcarme por las versiones mejoradas lanzadas en los últimos años por Beamdog, que también agregan contenido adicional. Para mantener las cosas relativamente “old-school” terminé decidiéndome por la segunda de estas opciones: los juegos clásicos acoplados mediante Baldur’s Gate Trilogy. Al final del artículo se van a encontrar con una guía detallada para instalar este fantástico mod, así como también con guías para pasar el juego al español -tanto audio como textos-, si así lo desean. Una de las cosas buenas que tiene acoplar los juegos utilizando el mod Baldur’s Gate Trilogy es que nos permite utilizar las reglas modificadas de Baldur’s Gate 2: Shadows of Amn en la primera de las aventuras. Y esto ya impacta desde el vamos en la creación de personajes. Las clases y los kits de creación que no estaban presentes en Baldur’s Gate ahora están disponibles desde el comienzo. Para mi nueva aventura, sin embargo, aproveché mi conocimiento de la saga y de las reglas de la segunda edición de Advanced Dungeons & Dragons para crear un personaje capaz de volverse inmensamente poderoso. Así nació el elfo Ailred, guerrero/mago multiclase, especializado en espadas largas y mayales (los viejos fanáticos de Baldur’s Gate 2 entenderán rápidamente porque mayales). Mi plan inicial era moldear un formidable luchador con la capacidad de protegerse y mejorarse a si mismo mediante el uso de la magia, aprovechando al máximo la gran ventaja que otorgan hechizos como Piel de Piedra y Celeridad en la edición de AD&D en la que se basan las reglas de Baldur’s Gate. Jugar Baldur’s Gate hoy, en 2015, puede ser una experiencia algo chocante. El juego original de la franquicia no ha envejecido del todo bien y algunos de sus problemas de diseño se hacen más evidentes que nunca. No hay que olvidar que cuando Bioware diseñó Baldur’s Gate el estudio además tenía sus fuerzas enfocadas en el desarrollo del Infinity Engine, y por lo tanto los esfuerzos se vieron divididos entre ambos proyectos. Algunas de las decisiones de diseño dentro de Baldur’s Gate son, para ser francos, bastante pobres. El sistema de descanso y recuperación de hechizos por ejemplo se siente bastante artificioso y molesto, aún teniendo en cuenta que es una aplicación directa de un sistema presente en AD&D. Debido al bajo nivel de nuestros personajes en Baldur’s Gate es necesario descansar para reponer salud, habilidades y hechizos de forma casi constante, lo que a la larga se vuelve repetitivo y nos obliga a cargar la partida en demasiadas ocasiones. Nada peor que nos despierte un batallón de Gnolls en medio de la noche y nuestros personajes aún no se estén preparados para el combate. El diseño de los escenarios, por otra parte, peca de ser demasiado inconsecuente, con grandes extensiones de terreno que no cumplen función alguna. Este último elemento hace que sea necesaria una importante cantidad de backtracking a la hora de salir de alguna zona o mazmorra, o incluso cuando hay que recorrer los propios escenarios. Todo esto se ve agravado por un pobre sistema de pathfinding, por el cual los personajes suelen quedarse trabados o directamente se van para el otro extremo del mapa en su búsqueda por llegar al lugar donde hicimos click con el mouse. A pesar de todo esto, Baldur’s Gate es un gran juego, con una aplicación inteligente de las reglas de Dungeons & Dragons en la forma de combate de Tiempo Real con Pausa. Este sistema de combate, si bien me sigue pareciendo algo inferior con respecto al clásico combate por turnos, tiene la ventaja de combinar de una forma bastante efectiva la necesidad de pensamiento estratégico propia de un juego de rol de este estilo y cierto sentido de la acción dinámica nacido de las acciones en tiempo real. A pesar de sus gráficos y efectos que al día de hoy ya han sido ampliamente superados, Baldur’s Gate sigue manteniendo un gran sentido de la espectacularidad en cada una de sus batallas. Más allá del combate, Baldur’s Gate nos contaba una historia de por si intrigante e interesante, con muchos elementos interconectados que se unían de forma magistral con la saga celestial de la Tiempo de los Trastornos. Nuestro personaje comienza la aventura en la biblioteca de Candelero, bajo el tutelaje del poderoso mago y sabio Gorion. Las cosas rápidamente se ponen complicadas cuando Gorion es asesinado por una misteriosa figura con armadura a las afueras de Candelero. Nuestro personaje, junto a su amiga de la infancia Imoen, queda a la intemperie en medio de la Costa de la Espada, un territorio hostil y mayormente salvaje, que esta pasando por un tiempo de crisis. Las hazañas realizadas por nuestro grupo de aventureros en el primer juego son grandiosas. Desde las minas de Nashkel hasta la base secreta del Trono de Hierro en el bosque de las Capas, desde los oscuros callejones de Baldur’s Gate hasta las misteriosas profundidades del Torreón de Durlag. Poco a poco vamos moldeando nuestro grupo de débiles aventureros principiantes en una fuerza formidable que comanda el respeto de amigos y enemigos. Para cuando corren los créditos finales y el cadáver de Sarevok Anchev se desmorona bajo Baldur’s Gate, ya no somos un débil monigote que apenas puede sobrevivir a una pelea contra un farfullero o un trasgo. Somos el héroe de Baldur’s Gate y el Hijo de Bhaal. Y el legado oscuro que porta nuestro personaje anuncia aciagos hechos por venir. The Exiles of Suldanessellar Dos años después del éxitoso lanzamiento de Baldur’s Gate, Bioware nos entregó la esperada secuela. Baldur’s Gate 2: Shadows of Amn es un juego superior en casi todos los aspectos a su antecesor, y al día de hoy aún es considerado por muchos (entre los que me incluyo) el pináculo del juego de rol para computadoras occidental. Baldur’s Gate 2 es inmenso y memorable, y son muchos los elementos que hacen de este juego un clásico indiscutido dentro del genero y la industria. En primer lugar, hablemos un poco de la historia. Como ya vimos, los acontecimientos al final de Baldur’s Gate nos señalan el camino hacía un oscuro futuro. Y esta segunda parte es decididamente mucho más oscura y siniestra que la primera. Tanto es así que apenas comenzar el juego asistimos a ver como nuestro personaje es torturado por un poderoso mago. Como si eso fuera poco, pronto descubrimos que personajes entrañables del primer juego, Khalid y Dynaheir, han sido salvajemente asesinados por nuestro captor, y que nuestra hermana adoptiva Imoen ha sido sujeta a torturas inimaginables. Tras escapar de nuestra prisión en compañía de Minsc, Jaheira, Imoen y un misterioso ladrón llamado Yoshimo descubrimos dos cosas: en primer lugar que estamos en Athkatla, capital del país de Amn; en segundo lugar, la identidad de nuestro captor: Jon Irenicus. La historia solo se complica cuando tanto Irenicus como Imoen son arrestados por los Magos Encapuchados, una especie de “policía mágica” de Amn y enviados a la sombría prisión de Spellhold. De aquí en más el juego nos encarga la tarea de rescatar a Imoen y de averiguar cuales son las intenciones de Jon Irenicus, alguien que en realidad no puede ser ni enjaulado ni controlado, y que siempre parece estar dos pasos por delante de nosotros. Lo genial de Shadows of Amn es que el juego nos encomienda una tarea: juntar 20.000 monedas de oro para comprar información sobre el paradero de Imoen a los Ladrones de Sombras, infame cofradía de delincuentes que opera en Amn. Pero la forma en la que juntemos ese dinero y que tareas decidamos afrontar para lograrlo, es una decisión que recae completamente en el jugador. La propia ciudad de Athkatla nos brinda muchas oportunidades de trabajo: un extraño culto operando en las alcantarillas o una esfera planar que apareció de repente en los barrios bajos son solo algunas de las oportunidades para lograr oro y fama dentro de la ciudad. Por fuera de ella podemos encontrar otras misiones, como liberar el castillo de Lord De’Arnise de una invasión de trolls o investigar misteriosas desapariciones en el Valle de Umar. Pero esto solo es una parte de lo que el juego tiene para ofrecernos. Frente a nosotros se abre una aventura que nos llevará al fondo del mar, a las oscuras rutas de la Infraoscuridad, a antiguas ciudades elficas escondidas, e incluso a los propios infiernos. A pesar de su inmensidad en cuanto a contenido (estamos hablando de un juego que tranquilamente puede consumirnos más de 100 horas en una sola partida, y aún así no habremos visto todo), tal vez el mayor elemento de genialidad en Baldur’s Gate 2 esta en su guión y sus personajes. Los personajes jugables que acompañan a nuestro héroe están mucho mejor desarrollados en esta secuela que en el juego original. No solo cada uno de ellos tiene su propia agenda, sino que ahora además nos hacen saber de manera mucho más clara sus pensamientos. Los romances también dicen presente en Baldur’s Gate 2, algo que se ha convertido en una especie de marca de la casa para Bioware en juegos más recientes. Algunos de estos compañeros regresan desde Baldur’s Gate, como Imoen, Jaheira, Minsc, el maquiavélico mago Edwin o la irascible drow Viconia. Otros se suman a la aventura en la secuela: Aerie, la joven e inocente avariel a quien le han cortado las alas; Keldorn, el estoico paladín de la Orden del Mas Radiante Corazón; Jan, el gnomo inventor con una adicción a contar historias desopilantes; Korgan, el malvado mercenario enano; Anomen, un paladín en entrenamiento con dudas sobre su capacidad; Nalia, una joven de alta cuna que sin embargo se preocupa por los desamparados; Valygar, el explorador que odia todo lo que tenga que ver con la magia; Cernd, el druida cambiaformas; Mazzy, la mediana que se considera a si misma un paladín; Haer’Dalis, bardo, actor y nativo de otro plano de existencia; y el mencionado Yoshimo, participe de una traición tan dolorosa como inesperada. Todos estos personajes son geniales, y sus interacciones tanto como con el personaje principal como entre ellos son uno de los grandes puntos positivos del juego. Ni la propia Bioware ha logrado superarse en juegos más recientes como Mass Effect o Dragon Age, y solo Obsidian Entertaiment, de la mano del genial Chris Avellone, se ha acercado un poco con algunos de sus personajes (especialmente en el genial Neverwinter Nights 2: Mask of the Betrayer). Los compañeros de Baldur’s Gate 2 siguen siendo insuperables. Pero de entre todos los grandes personajes introducidos en Baldur’s Gate 2, hay uno que se merece su propio párrafo: Jon Irenicus. Hay una máxima que reza que una historia solo es tan buena como el villano que nos presenta, y en este caso estamos ante un enemigo superlativo. Irenicus cobra vida gracias al espectacular trabajo de voz realizado por David Warner, cuya presencia es excusa suficiente para jugar a este juego en su idioma original (el doblador de voz español palidece en comparación). Pero además Irenicus es un villano interesante debido a la manera en la que esta presentado. No estamos ante uno de esos “jefes finales” que nos envían a sus subordinados mientras permanecen sentados en su palacio sin hacer nada hasta la batalla final, Irenicus es un agente activo de la historia y un motivador directo de cada uno de los sucesos que ocurren a lo largo de la aventura. Es a través de la persecución de este villano a lo largo y ancho de Amn que descubrimos poco a poco sus planes y motivaciones. Para cuando terminamos de desenterrar la verdadera historia detrás de Joneleth “El Desgarrado”, exiliado de Suldanessellar, es imposible no sentir al menos algo de pena por el personaje. Pena que sin embargo no logra tapar el odio y disgusto que nos generan sus desalmadas acciones para con nuestro personaje y sus camaradas a lo largo de todo el juego. Además de elevar considerablemente la vara en lo que a historia, guión y personajes se refiere, Baldur’s Gate 2: Shadows of Amn también mejoró enormemente muchos otros aspectos del juego original. Por empezar, el simple hecho de que los personajes comiencen la aventura en un nivel elevado (nivel 8 o 9 más o menos, dependiendo de la clase) evita algo del tedio que se sufría al comienzo de Baldur’s Gate. Otro efecto de comenzar en nivel alto es que contamos desde el vamos con una mayor cantidad de estrategias alternativas a la hora de afrontar los diferentes desafíos. Con cada nivel ganado, los hechizos arcanos y divinos se van volviendo más útiles y poderosos. Desde tormentas de fuego hasta escudos de protección arcana, las opciones a nuestro alcance son muy numerosas e incluso queda lugar para cierto pensamiento lateral. He ganado batallas muy difíciles haciendo un uso inteligente de hechizos como la “Esfera Elástica de Otiluke”, que aísla momentáneamente a un personaje de la lucha o “Deseo”, que nos permite invocar a un genio para pedir un deseo…. aunque hay que tener cuidado con lo que deseamos. Baldur’s Gate 2: Shadows of Amn es además un juego mucho más enfocado. En el pasado quedaron esos enormes bosques vacíos de contenido del juego original. En cambio Shadows of Amn cuenta con una menor cantidad de zonas, pero cada una de ellas más rica en personalidad. Algunos jugadores criticaron esta decisión de Bioware, debido a que encontraron con que este cambio significó la pérdida de cierto “espíritu de la exploración” presente en el juego original. Y si bien es cierto que puede interpretarse de esta manera, cada una de las zonas principales de Baldur’s Gate 2 tiene suficiente cantidad de contenido y oportunidades de exploración en si misma como para perderse por horas en todas ellas. Solo la propia ciudad de Athkatla puede consumirnos docenas de horas de exploración y aventuras. Otro elemento donde Baldur’s Gate 2 elevó considerablemente la vara es en los enemigos, no solo en cuanto a su dificultad sino también en cuanto a su variedad. Las peleas contra ogros, trasgos o arañas gigantes de Baldur’s Gate no son nada en comparación con lo que nos espera en Shadows of Amn. Vampiros, Liches, Golems o Dragones son solo algunas de las poderosas criaturas que enfrentaremos. El mejor momento de juego, sin embargo, es cuando nos vemos forzados a sumergirnos en la temible Infraoscuridad. Este “mundo debajo del mundo” de los Reinos Olvidados es hogar de algunos de los enemigos más icónicos no solo de Baldur’s Gate, sino de la fantasía épica en general: Los Contempladores, enormes esferas de carne repletas de ojos y con inconmensurables poderes mágicos; los Ilícidos o Azotamentes, pesadillas repletas de tentáculos con devastadores poderes psíquicos y un enorme apetito por cerebros; Y los Drow, los siniestros elfos oscuros de las profundidades, que supondrán uno de los mayores escollos para nuestro grupo de aventureros. Baldur’s Gate 2: Shadows of Amn, es en muchos aspectos el RPG perfecto. Un juego que combina de forma magistral una excelente jugabilidad, con una gran historia y unos valores de producción realmente elevados (al menos para su época). La vara colocada por este gran juego de Bioware en el año 2000 aún sigue ahí arriba, sin ser superada. En estos 15 años que han pasado muchos juegos han logrado acercarse, en algunos elementos, a la genialidad de Baldur’s Gate 2: Shadows of Amn, pero ninguno ha logrado alcanzarlo. Cada vez que sale un nuevo gran RPG, como pudieron ser Vampire: Bloodlines, Dragon Age: Origins o Divinity: Original Sin, me encuentro repitiendo la misma frase: “Que buen juego, pero no es tan bueno como Baldur’s Gate 2”. The Throne of Blood Toda gran historia necesita un gran final. Y Baldur’s Gate tuvo el suyo en el año 2001 con la expansión Baldur’s Gate 2: Throne of Bhaal. En este caso estamos ante lo que puede considerarse el gran capitulo final de la historia. Nuestro héroe, el Hijo de Bhaal y protegido de Gorion es ya dueño de un poder considerable, lo cual es una fortuna puesto que el tiempo de que se cumpla la profecía de Alaundo ha llegado. Al sur de Amn, en la región de Tethyr, ha surgido una alianza conocida simplemente como “Los Cinco”. Cinco poderosos hijos de Bhaal han aunado sus esfuerzos para aniquilar a todos sus hermanos y obtener la mayor esencia divina posible. Throne of Bhaal no es más que la historia de nuestro personaje y sus aliados en la titánica batalla final contra Los Cinco, y el desenlace definitivo en la saga del Señor de los Asesinatos. Inexorablemente enfocada en el combate, la expansión se siente mucho más constreñida y lineal que los dos juegos anteriores. Esto sin embargo no va en detrimento de la experiencia, ya que para cuando lleguemos a la expansión el poder de cada uno de los miembros de nuestro grupo de aventureros hará que cada una de las batallas contra enemigos cada igualmente poderosos se sienta como un autentico armageddon. Nuestros magos, que apenas podían lanzar un misil mágico e invocar algún débil conjuro de protección al comienzo del viaje, ahora son capaces de detener el tiempo, invocar seres extraplanares o desintegrar a los enemigos con solo una palabra. Nuestros guerreros, quienes apenas podían sobrevivir a una pelea con un lobo o un bandido al comienzo, ahora tienen la capacidad de acabar con los enemigos de un solo golpe y resistir los castigos más descomunales sin perder terreno. Nuestros ladrones, quienes a duras penas podían desactivar la más simple de las trampas, ahora pueden colocar sus propias trampas y artefactos capaces de derribar a demonios y dragones. El poder de nuestro grupo es descomunal, y a la vez va acompañado con una selección de armas, armaduras y artefactos mágicos que roza lo ridículo. Para cuando corren los créditos de Throne of Bhaal, ya no tenemos bajo nuestro control a meros mortales, nuestros comandos de teclado y clicks de mouse dan ordenes a leyendas en una lucha que sacude el destino de todos los planos, y ante la que nadie puede permanecer indiferente. No existe otro juego en existencia que nos otorgue un sentido de la progresión tan palpable como Baldur’s Gate. Del indefenso e inocente aprendiz que sale de Candelero junto a Gorion en Baldur’s Gate no queda nada al final de la aventura, bajo nuestro control tenemos a alguien que es capaz de enfrentarse con los mismísimos dioses y salir victorioso. Throne of Bhaal añadió además algunos elementos interesantes. Por un lado tenemos un nuevo personaje que puede unirse a nosotros en el viaje: nada más ni nada menos que Sarevok Anchev, nuestro medio hermano y villano principal del primero de los juegos. Sarevok es un guerrero formidable con la habilidad suficiente como para aniquilar a sus adversarios con un solo golpe mortal, y un aliado formidable de cara a los enormes desafíos del final del juego. Throne of Bhaal también nos entrega nuestro propio “plano de bolsillo”, una especie santuario seguro donde podemos descansar, guardar nuestras pertenencias y fabricar poderosos objetos mágicos por obra de nuestro mayordomo imp Cespenar (uno de los personajes más graciosos de la saga). Otro gran agregado de esta expansión es el Torreón del Vigilante. Un “Megadungeon” repleto de desafíos, enemigos de alto nivel y grandes recompensas. En el último nivel del torreón nos espera “El Encarcelado”, un poderoso príncipe de los demonios que supone una de las batallas más desafiantes y desapiadadas a lo largo de toda la aventura. Throne of Bhaal es un gran final para una gran saga, y cuando llega el momento de definir el destino de nuestro personaje, sus camaradas y los reinos en general, podemos sentir que la decisión realmente tiene peso. Al igual que ciertos juegos recientes de Bioware, Baldur’s Gate cuenta con tres finales. Pero aquí no hay luces de colores y decisiones binarias. Cuando lleguemos al final de todo, nuestro comportamiento a lo largo de toda la aventura definirá algunas cosas, pero nuestras relaciones con nuestros compañeros de viaje y nuestra propia percepción del legado sangriento de Bhaal definirán el resto. Los finales pueden parecer simples en la superficie, pero dentro de cada uno de ellos se esconde una complejidad que surge desde los primerísimos momentos del viaje y que afecta de manera inevitable el destino de cada uno de los personajes que nos han acompañado. El héroe o villano que moldeamos a lo largo de estos grandes juegos tiene el poder de cambiar el destino de los Reinos Olvidados para siempre. Y esa historia es siempre, inexorablemente, nuestra. Podría continuar escribiendo durante horas acerca de Baldur’s Gate. Páginas y páginas podrían llenarse analizando cada uno de los componentes del juego: el sistema de combate, los personajes, los romances, los enemigos, las aventuras. Pero descubrir cada pequeño engranaje, cada pequeña parte móvil dentro de este juego es algo que cada jugador haría bien en explorar por su propia cuenta. Baldur’s Gate es una experiencia de esas que salen solo una vez cada muchos años. Un juego esencial que ningún fanático del género debería dejar pasar. Ohhh! Shiny Ones!! Lo prometido es deuda, a continuación, una pequeña (o no tan pequeña) guía sobre como instalar Baldur’s Gate Trilogy y las traducciones al castellano. La guía toma en consideración que las versiones utilizadas de todos los juegos son las de GoG.Com. Si alguno tiene la dicha de aún tener los discos originales, cada vez que realicen una instalación van a tener que buscar los parches oficiales de los juegos y actualizarlos a la última versión. Las versiones de GoG.com ya vienen actualizadas, por lo cual ese paso no es necesario. La guía tiene varios pasos y se maneja con varios archivos, para no perder el hilo es conveniente organizar diferentes carpetas y seguir el orden de instalación. Paso 1. Instalar Baldur’s Gate – The Original Saga. Esta colección completa ofrecida en GoG.Com incluye todo el paquete del juego original: Baldur’s Gate + Tales of the Sword Coast + El último parche oficial pre-instalado. Recomiendo instalar el juego en una carpeta de fácil acceso, por ejemplo: C:\Baldur’s Gate Trilogy\Baldur’s Gate. Esto nos va a resultar más cómodo de cara a próximas instalaciones. Paso 2. Instalar Baldur’s Gate 2 Complete. Al igual que The Original Saga, Baldur’s Gate 2 Complete es una colección de GoG.Com que incluye tanto Shadows of Amn como Throne of Bhaal, actualizados a la última versión. Instalar el juego en su propia carpeta, pero en el mismo subdirectorio donde instalamos Baldur’s Gate – The Original Saga. En nuestro ejemplo esto sería en C:\Baldur’s Gate Trilogy\Baldur’s Gate 2. Paso 3 (opcional). A continuación vamos a instalar los audios en español para ambos juegos. Este paso es opcional ya que muchos preferirán jugarlo en inglés con solo los textos en nuestro idioma. La calidad del trabajo de voces en español no es mala, y tiene su propio encanto. Pero las voces originales son superiores, en especial en Baldur’s Gate 2. Los pasos a seguir son los siguientes: Descargar los audios para ambos juegos de los siguientes enlaces: https://mega.co.nz/#!hxUCCQAT!LACeJbAE_z4AovKOm1nOfNRVRjFAP3G-hfNH492TMlU https://mega.co.nz/#!Z08RBKAQ!C1f-l4VR4EqlJcb6hAxFNXPfxqwdL9jj2RKbUsMrgjk https://mega.co.nz/#!dpkSwYRA!Ewa6DdzFAfL4W-gDjrrzS2FRwV2BcFD2gvrPJWxHhkc https://mega.co.nz/#!Us8hiSrR!dLCkUcgnrAkSVvL2nF1p8AHFMBwTGn41o9eRW3LbqPM Hacemos click sobre [BG1] Audios v1.1 (ESP).part1.exe. y cuando la instalación nos pide la ruta del juego ingresamos C:\Baldur’s Gate Trilogy\Baldur’s Gate (o la que sea nuestra ruta de acceso). Hacemos click sobre [BG2] Audios v2 (ESP).part1.exe. y cuando la instalación nos pide la ruta del juego ingresamos C:\Baldur’s Gate Trilogy\Baldur’s Gate 2 (o la que sea nuestra ruta de acceso). Paso 4. A continuación vamos a instalar la traducción mejorada para ambos juegos, cortesía de la gente de ClanDlan. Descargamos la traducción para Baldur’s Gate desde este enlace: http://academia.clandlan.net/index.php?page=download&file=as_us/DLAN_BG1_TOTSC_v5.rar. Descomprimimos el archivo, le damos doble click al instalador e indicamos la ruta de acceso para la carpeta de Baldur’s Gate 1. El programa nos va a abrir una ventana de intérprete de comandos y nos va a pedir que indiquemos si queremos o no instalar determinados componentes. En este caso respondemos con una I (de instalar) en todas las opciones. Descargamos la traducción para Baldur’s Gate 2 desde este enlace: http://academia.clandlan.net/index.php?page=download&file=as_us/DLAN_Traduccion_mejorada_BG2_TOB_v5.1.rar Descomprimimos el archivo, le damos doble click al instalador e indicamos la ruta de acceso para la carpeta de Baldur’s Gate 2. El programa nos va a abrir una ventana de intérprete de comandos y nos va a pedir que indiquemos si queremos o no instalar determinados componentes. En este caso respondemos con una I (de instalar) en todas las opciones. Paso 5. Instalamos el Fixpack para Baldur’s Gate 2 que se descarga desde acá: http://academia.clandlan.net/index.php?page=download&file=iemods/BG2_Fixpack_v9.rar Una vez descargado, lo descomprimimos y copiamos los archivos en la carpeta donde tenemos instalado Baldur’s Gate 2. En nuestro ejemplo esto es C:\Baldur’s Gate Trilogy\Baldur’s Gate 2. Ejecutamos el archivo setup-bg2fixpack. El programa nos va a abrir una ventana de intérprete de comandos y nos va a pedir que indiquemos si queremos o no instalar determinados componentes. En este caso vamos a seleccionar primero nuestro idioma (opción 2), obviamos el readme, decimos que si (Y) a la vista de componentes adicionales y luego instalamos todo (I) menos el Pack de modders súper divertido, afortunado y feliz y los arreglos del núcleo de BETA. Esta combinación asegura que no existan errores o problemas. Paso 6. Descargamos el mod Baldur’s Gate Trilogy desde este enlace: http://www.mediafire.com/download/awel9jelgeywzt3/Ascension64-BGT-WeiDU-1.15.7z Una vez descargado, lo descomprimimos y copiamos los archivos en la carpeta donde tenemos instalado Baldur’s Gate 2. En nuestro ejemplo esto es C:\Baldur’s Gate Trilogy\Baldur’s Gate 2. Ejecutamos el archivo Setup-BGT.exe desde la carpeta de Baldur’s Gate 2. Nos va a volver a abrir una ventana de intérprete de comandos donde seleccionamos las siguientes opciones: Idioma: 2 (español). Mostrar léeme: N. Instalar nucleo de BGT: I. A continuación el programa detecta automáticamente la ruta de acceso de Baldur’s Gate 1, que en nuestro ejemplo debería ser C:\Baldur’s Gate Trilogy\Baldur’s Gate. Comprimir nuevos recursos: en este caso depende si vamos a querer dejar todo como esta o a experimentar con otros mods más adelante. Si queremos cerrar la instalación acá ingresamos Y, si vamos a experimentar con otros mods ingresamos N. Esperamos que termine la instalación, tarda un buen rato. Paso 7. Instalamos el mod Widescreen, que lo podemos descargar desde aca: http://megagames.com/download/268457/0. Una vez que se descarga lo ejecutamos y corroboramos que la ruta de acceso a Baldur’s Gate 2 sea la correcta. Nos va a aparecer otra ventana de intérprete de comandos, en este caso las opciones a elegir son las siguientes: Idioma: 2. Leeme: N. Instalar componente Widescreen: 1. Ahora nos va a pedir que ingresemos las coordenadas de resolución que queremos instalar. Para una resolución de pantalla de 1920 x 1080 deberíamos ingresar en coordenada X 1920 y en coordenada Y 1080. Modifiquen los números de acuerdo a sus preferencias o a sus monitores. Respondemos Y a la última de las preguntas y dejamos que instale. Como paso final creamos un acceso directo del archivo Baldurs.exe que está en la carpeta de Baldur’s Gate 2 al escritorio y listo! Baldur’s Gate Trilogy en español instalado. ¿No fue tan difícil no? Paso X. En caso de que queramos jugarlo con el audio en inglés y el texto en castellano nos falta un paso. Si seguimos toda la guía correctamente pero no realizamos el paso 3, tenemos que ir a la carpeta override que se encuentra dentro de la carpeta madre de Baldur’s Gate 2 (C:\Baldur’s Gate Trilogy\Baldur’s Gate 2 en nuestro ejemplo) y borrar los siguientes archivos: AMB_E24, AMB_E25, AMB_E40A, AMB_E40B, AMB_E40C, AMB_E42C, AMB_E43A, AMB_E43B, CHANT01, CHANT02, CHANT03, CHANT04, CHANT05, CHANT06, CHANT07, CSCOW701, CSCOW702, CSCOW703, CSCOW704, CSCOW705, CSCOW706, CSCOW707, CSCOW710, CSCOW711, DRYAD07, DRYAD08, DRYAD09, ELFFF01, ERROR09, GUARR01, GUARR02, GUARR03, GUARR04, GUARR05, GUARR06, JAHEIR13, Narr04, Narr05, TUTOR01 y TUTOR02. Esto nos asegura que el juego funcione correctamente con las voces originales pero el texto en español. Y…. eso fue todo! A disfrutar ahora. 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