The Evil Within: The Assignment – Review

El primer contenido descargable para el brillante The Evil Within nos ubica en la piel de Juli Kidman, la aparente compañera de Sebastian Castellanos durante la campaña principal, y lo primero que hace es dejar en claro que no es tan así. The Assignment nos cuenta una historia desde la perspectiva de esta misteriosa mujer, iluminando un poco más los significados de este lugar aparentemente controlado por los caprichos del tenebroso Rubik, y agregando información acerca de la misteriosa empresa Mobius.

Así como queda en claro que las vivencias de cada personaje alteran la perspectiva que tienen de los hechos, The Assignment incorpora un gameplay totalmente alterado, con respecto al de Sebastian Castellanos del juego principal. Con Kidman se trata más de un juego de sigilo, haciendo mucho hincapié en el sistema de cobertura y sin la posibilidad de atacar a los enemigos, ya que desde el primer momento perdemos el arma de fuego.

Esto hace que la dinámica de juego sea totalmente distinta, donde deberemos preocuparnos más por que no nos vean que por enfrentar a los peligros. De hecho, el enemigo referente de turno es una mujer sobredimensionada, bañada en sangre, que tiene un reflector por cabeza, a la que tenemos que evitar a como dé lugar.

Soportando a estas nuevas mecánicas, el diseño de niveles apunta más al backtracking y la resolución de acertijos, al estilo Resident Evil. Tango Gameworks ha apostado a este nuevo universo encarándolo por un ángulo muy distinto a lo que pudimos experimentar en el lanzamiento, y es una apuesta muy efectiva. Tanto la narrativa como la ambientación, y el manejo de las tensiones, se notan más refinados y como una clara evolución del concepto original.

La historia es mucho más rica en detalles y la protagonista tiene una personalidad más sólida que la del aturdido Castellanos. Mobius -o su misterioso vocero- juega un importante papel aportando información útil para atar los cabos que habían quedado sueltos.

Definitivamente, si no es que ha sido desarrollado desde un principio, este pedazo de la historia que será concluida con The Consequence parece ser la materialización de las expectativas de un público que no quedó demasiado satisfecho con el planteo de survival de acción del juego original. La completa indefensión en la que se encuentra Kidman, sumado a los puzzles que claramente están basados en los primeros Resident Evil, evidencian la búsqueda de una atracción nostálgica para ese sector del público que se quedó con ganas de un poco más.

Igualmente, para todos los que hayan encontrado una buena experiencia en el lanzamiento original, esta nueva jugabilidad es realmente refrescante, demostrando que para hacer contenido descargable no hace falta siempre reutilizar recursos y vender un pedazo más de lo mismo.

Los puntos flojos son destacables ya que atentan contra la relación precio calidad. Por un lado tenemos su relativamente corta duración y baja dificultad, que no nos llega a superar las dos horas y media de juego -aunque muchos han tardado hasta cuatro. Pero quizá lo más grave sea tener que enfrentarse a ciertos baches de diseño en donde se pueden explotar glitches para resolver difíciles situaciones.

En más de una ocasión podremos simplemente hacer chocar a un enemigo contra un rincon para pasarlo como si fuéramos invisibles, o correr rápidamente hacia una salida, desperdiciando por completo las intenciones de ritmo con que fueron planteadas algunas situaciones.

Es una pena que tan bien lograda ambientación y revisiones de mecánicas se vean opacadas por errores comúnes a la hora de diseñar. Si bien su corta duración hace difícil de justificar su precio (10 dólares en solitario, 20 dólares con Season Pass), la experiencia es por demás agradable y simplemente nos deberíamos preocupar por los imperdonables errores. Solo hace falta ver como concluirá este gran spin-off de un gran juego, para saber si realmente vale la pena todo lo invertido. Como comienzo, y debido a las deslumbrantes escenas que presenta, es una interesante promesa.