Posiblemente, una de las cosas con las que tienen mayor efectividad los simuladores de carreras es excluir a entusiastas jugadores de cualquier otra cosa que no sean simuladores. Es un submundo demasiado especializado que, en muchas ocasiones, no solo alcanza con tener el juego y una buena PC para correrlo, sino que exige un excelente control (en el orden de MOMO o Logitech) y hasta de un setup dedicado exclusivamente a la práctica de este tipo de juegos, despojándonos de cualquier otro tipo de pretensiones. Desde su espíritu, Assetto Corsa se manifiesta como algo distinto, más inclusivo. Permite a cualquiera que desee experimentar las competiciones de alto nivel, jugar con cualquier tipo de control que tenga a mano, y hasta controlar a los vehículos con mouse. Esto no significa que se trate de un juego desvalorizado, sino todo lo contrario. El desafío está en hacer que todo funcione en el mismo ecosistema, y -en algún futuro próximo- lograr el balance suficiente para que jugadores con volantes, mouse y teclado, o gamepads, puedan competir en el mismo online, bajo condiciones similares, y todos tener las mismas chances de ganar. Obviamente, esas aspiraciones no deben ser tomadas a la ligera, pero el interés está mostrado, y el pequeño estudio desarrollador italiano, Kunos Simulazioni, no deja de tener constante contacto con la comunidad para recibir el feedback necesario para lograr conseguir semejante hazaña. Assetto Corsa se encuentra en su fase Early Access versión 0.8.2 y si bien es completamente jugable, aun queda mucho por delante. Por el momento solo cuenta con pruebas de práctica y variados desafíos para ir desbloqueando achievements de Steam. El sistema online aún no se encuentra disponible y por eso debemos conformarnos con jugar en solitario o con una insoportable inteligencia artificial. Los foros están repletos de quejas sobre la pobre programación de los competidores bots, que no saben reconocer cuando tienen un vehículo delante, arrojándonos al pasto cada vez que necesitamos frenar en una curva y ellos vienen detrás. Para ser un juego sin terminar, ya tiene un importante número de pistas y automóviles para elegir, cada uno brindando una experiencia distinta y representando muy bien a sus contrapartes reales. Hay varias categorías de vehículos que se encuentran entre el Abarth 500 EsseEsse (la versión potenciada de nuestro actual Fiat 500), pasando por el exótico KTM X-Bow R, y algunos clásicos como la imparable Ferrari F1 de Niki Lauda de 1975, el maravilloso BMW M3 de 1986 y la infernal máquina italo-argentina de 750 caballos de fuerza, Pagani Zonda. Cada uno de estos vehículos muestra una personalidad distinta que no se puede tomar a la ligera y requieren de varias horas de práctica antes de poder empezar a ilusionarse con un podio. Este es un juego para gente paciente, alejado años luz de las experiencias que entregan los Need For Speed o GRID. En los boxes podemos encontrarnos con un gran abanico de herramientas para configurar a cada vehículo de acuerdo a las posibilidades que ofrece cada uno. En algunos solo podremos configurar la alineación de los ejes, la presión de los neumáticos, la cantidad de combustible y el reparto de potencia en la tracción; en otros vehículos podremos configurar absolutamente todo, desde la relación de cambios hasta la dureza de la suspensión y la altura aerodinámica. Es muy completo y detallista, en ese sentido. Otra de las cosas que quedan pendientes es la campaña single player, que aparece sombreada en la interfaz principal del juego. Habrá que esperar para ver de qué se trata, pero en el estado actual de la IA, uno imagina que no va a ser una experiencia agradable para nadie. La build actual funciona por módulos. El menú principal parece ser un programa que se ejecuta completamente separado de lo que es la simulación en sí misma, complicando un poco las configuraciones y los análisis de tiempos y rendimientos. La entrada a boxes tampoco se acomoda suavemente a la experiencia de la carrera, sino que debemos pausar el juego para reaparecer en el taller y configurarlo, estemos en el lugar que estemos de la pista. El modo showroom, que es un lugar donde podemos ver detalladamente los modelos de cada auto, y sacarles screenshots, también funciona aparte, terminando de formar un engendro de varios elementos rejuntados. Assetto Corsa es el boceto de un simulador que promete grandes experiencias, al nivel de iRacing o el clásico rFactor, pero que todavía tiene mucho camino por recorrer. Queda por ver el funcionamiento del sistema online, por lo que recomendaría abstenerse de una compra si es lo que uno busca, principalmente, en un juego de este género. También queda mucho por mejorar, como la inteligencia artificial y algunos sistemas de asistencia para los inexpertos, que no parecen funcionar del todo bien. La promesa es buena, se nota un trabajo de gran calidad y hay muchos motivos por los cuales hay que estar atentos a este título, pero quizá lo mejor sea esperar a una versión final, con todo funcionando para poder experimentar la simulación completa. 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